El Pacto de Toledo trabaja en las recomendaciones que presentará al Gobierno para la próxima reforma del sistema de pensiones. Y el sector financiero tiene claro lo que espera de esta Comisión parlamentaria: un solución más técnica que política para el sistema de pensiones. Firmas como Ibercaja, Inverco o Willis Towers Watson hacen esta reclamación a los partidos políticos, aunque no tienen claro que las negociaciones vayan a llegar a buen puerto.
Así lo han reconocido estas compañías en un encuentro organizado por Vozpópuli e Ibercaja, en el que se ha analizado el futuro de las pensiones, dadas las incertidumbres y preocupaciones que rodean al sistema en estos momentos. Y es que la Seguridad Social va a acabar el año con el mayor déficit de su historia y el Fondo de Reserva cerrará en mínimos históricos.
El director gerente de Ibercaja Pensiones, José Carlos Vizárraga, asegura que le encantaría despertar un día con un gran acuerdo sobre las pensiones con aspectos más técnicos que políticos. La solución, a su juicio, debe asegurar unas pensiones dignas para todos los ciudadanos. "Ese gran acuerdo es lo que todos soñamos", sostiene.
Al presidente de Inverco, Ángel Martínez-Aldama, le gustaría que saliera una propuesta que resolviera el problema a corto plazo y que a medio plazo se planteara una solución similar a la de los países vecinos, que no solo han reforzado la primera pata del sistema (la de reparto), sino que han reforzado la capitalización. Tal y como ha recordado, en 6 de cada 10 países de la OCDE los ciudadanos tienen dos pensiones: la pública y la privada.
Recuperar la carta naranja
A su parecer, la reforma del sistema de pensiones debería basarse en 3 ejes: la mejora de la información para que los ciudadanos puedan tomar sus propias decisiones de ahorro, los planes de empleo de adscripción por defecto (como en el Reino Unido) y el impulso a medidas fiscales que animen a los ciudadanos a contratar planes de pensiones o instrumentos similares.
Según Martínez Aldama, hay que darle la vuelta a la ecuación "ingresos menos gasto=ahorro" para que sea "ingresos menos ahorro=gasto" porque la tasa de sustitución va a bajar mucho tras la implementación de las últimas reformas y afectará a todo tipo de generaciones. Y eso pasa necesariamente para la recuperación del envío de la famosa carta naranja que informa a cada ciudadano de cual será su pensión en el futuro.
WTW cree que la gran reforma quedará pendiente y CC.OO. Pedirá que se actúe por la vía del ingreso
El responsable de pensiones de WTW, Gregorio Gil de Rozas, es poco optimista y cree que del Pacto de Toledo saldrán solo medidas cortoplacistas y que se acabará "pasando la patata hacia delante" a la espera de la gran reforma que se lleva anunciando 15 años. "Me da la sensación de que usarán a Cataluña como excusa", sostiene.
Desde CC.OO., Enrique Martín Serrano, explica que el sindicato no se cansará de pedir que se actúe por la vía del ingreso para asegurar la suficiencia del sistema de pensiones tras la dañina reforma del año 2013, que garantiza la sostenibilidad, pero no la suficiencia del sistema. Martín Serrano reconoce que hay espacio para fomentar la previsión social complementaria en España, pero cree que primero hay que corregir la devaluación salarial que se ha producido durante los años de crisis.
Por su parte, el director asociado de AFI, José Antonio Herce, defiende la aplicación en España de las cuentas nocionales, un sistema de reparto pero basado en cuentas individuales ficticias en las que se contabilizan las aportaciones de cada trabajador para calcular después su pensión. De esta forma, se aumentaría la contributividad del sistema porque las pensiones se parecerían más a lo aportado.
Licuar el ahorro en ladrillo
Sin embargo, el sistema podría reducir hasta en un 35% las pensiones iniciales de los ciudadanos, según el estudio elaborado por el Instituto Santalucía y presentado esta misma semana. A pesar del descenso, el Instituo apuesta por la aplicación de las cuentas individuales porque mejoraría la contributividad y la transparencia del mismo.
En cualquier caso, Herce no cree que los españoles no sepan ahorrar, cree que solo piensan en ahorrar en ladrillo. Por eso, considera importante que se pueda canalizar todo el ahorro que existe ahora mismo en vivienda en ahorro para las pensiones. En esta misma línea, Vizárraga cree que el sector debe ser capaz de "licuar" todo ese patrimonio y convertirlo en rentas vitalíceas.
Además, cree que la Administración tiene que estimular el ahorro y subirse al carro de la divulgación financiera, que debería iniciarse incluso en la escuela para que se explique de una forma objetiva y los ciudadanos aprendan a ahorrar para su jubilación dado el importante problema del sistema de pensiones
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