José María Álvarez-Pallete voló de Estados Unidos a Arabia Saudí el pasado miércoles para conocer a los nuevos máximos accionistas de Telefónica. Mientras la opinión pública en España se llenaba de titulares tras la compra del 9,9% de la gran ‘teleco’ española por parte del Gobierno saudí, su presidente buscaba conocer las intenciones de sus nuevos dueños.
La operación de 2.100 millones de euros en el capital de Telefónica pilló al mundo de los negocios desperezándose del verano y mirando con apatía unas semanas cargadas de negociaciones políticas con un Gobierno en funciones. “No es casualidad el momento de la operación, una Administración débil facilita una entrada tan fuerte en una compañía tan estratégica”, señalan desde la banca de inversión a Vozpópuli. “Los que miramos a Telefónica como una empresa apetecible consideramos, la gran mayoría, que Pallete puede reforzarse con esta operación, tras las dudas ante un posible cambio de Gobierno”, explican.
“Todavía no sabemos lo quieren desde Arabia Saudí”, apuntan fuentes cercanas a la compañía. “No es necesaria la entrada de consejeros ni de directivos, este tipo de accionistas suele establecer una gran relación de confianza con el ejecutivo y se mantiene a largo plazo si su dividendo e inversión se sostienen cada año, sino que se lo pregunten a Ignacio Sánchez Galán”, añaden.
La mención al caso de Iberdrola se repite esta semana. El Estado de Qatar entró con fuerza en 2011 en la eléctrica con un 6%, sólo superado entonces por ACS y la Fundación BBK. Una inversión que, casualmente, también rondó en el mercado los 2.100 millones de euros. Las preguntas entonces eran si Sánchez Galán iba a abrir la puerta de su consejo de administración a algún representante del Estado soberano, al igual que le preguntan estos días al equipo de Pallete.
Sin consejeros, pero con rentabilidad
Pero, 12 años después, Iberdrola sigue sin tener en su mesa de gobierno a ningún representante qatarí. Y eso que la relación, lejos de diluirse, ha ido a más. Qatar Investment Authority, el fondo soberano de inversión de Qatar, subió hasta el 8,6% de Iberdrola en 2020 y, desde la salida de ACS, el máximo accionista de la gran eléctrica.
Un liderazgo en el accionariado de Iberdrola que han mantenido con una confianza total hacia su presidente.
“El respaldo se explica en la evolución de su inversión”, recuerdan desde el sector energético. Las acciones de la eléctrica valían 5,48 euros el 16 de marzo de 2011, fecha en la que Qatar aflora en el accionariado de Iberdrola, y este viernes cerraron en 10,91 euros, cerca de un 100% más del valor y a lo que se suman los generosos dividendo.
Sin ir más lejos, el último plan de retribución al accionista aprobado por el equipo de Sánchez Galán retribuirá las 553 millones de acciones que tiene el Gobierno de Qatar con 250 millones de euros cada año, hasta cerrar 2025 con unos ingresos por el dividendo de Iberdrola de 1.100 millones sólo en la última etapa. “Una fórmula que si la consigue Pallete sería del agrado de Arabia Saudí aunque, insisto, todavía estamos revisando cada detalle para saber lo que quieren”, insisten las mismas fuentes.
Pallete, BlackRock y los ‘sospechosos habituales’
La compañía de Arabia Saudí, STC, es desde este viernes, como se registra en la CNMV, el mayor accionista de Telefónica. Aquellos que conocen bien los despachos del Distrito de la Comunicación, el nombre que reciben la sede del Grupo Telefónica en Madrid, insisten en que refuerza a José María Álvarez-Pallete, entre otras cosas, porque había accionistas como BlackRock, que también es el segundo máximo accionista de Iberdrola, que empezaban a incomodarse con el ejecutivo.
Como publicaba este medio, Pallete estaba bajo la lupa de Larry Fink, el CEO del fondo estadounidense, como vivió en alguna ocasión Sánchez Galán. En 2022, BlackRock votó en contra de la remuneración de los directivos del operador español, mientras el pasado mes de marzo abrió las únicas posiciones cortas en su capital.
Si consigue que la familia real saudí le vea como un aliado, su posición queda reforzada con la noticia de la semana. “No hay que olvidar que STC es un socio industrial que puede tener otros intereses diferentes a un fondo soberano. Pero, si logra dar estabilidad y rentabilidad, que ha sido la fórmula de Galán, le puede funcionar”, concluyen las mismas fuentes.
Pelosi
Las empresas de los oligopolios hispanos (electricidad, combustibles, banca, telecos, autopistas…) que nos sangran con precios excesivos provenientes de unos mercados opacos y sin control, con el consentimiento de los políticos, son propiedad de extranjeros desde hace años. No es cosa nueva de ahora con Telefónica. Cepsa es extranjera al 100%, Endesa igual, y Orange y Vodafone, y así, Iberdrola, Repsol, Santander, Naturgy, Abertis todas tienen mayoría de capital extranjero y actúan como monopolios de facto provocando con sus abusos en precios la inflación que sufrimos y que ahora el lobby bancario hace que se corrija con subidas de tipos que incrementarán aún más sus cuentas de resultados, en lugar de corregirse controlando los abusos en precio de los citados sectores…abuso tras abuso