La crisis del coronavirus ha hecho que las cadenas de restaurantes tengan que replantearse sus cifras y planes para adaptar su negocio a la nueva situación. Es lo que le ha ocurrido a FoodBox, la plataforma de restauración del fondo Nazca Capital, que en los últimos años ha estado protagonizando un fuerte proceso de expansión en el país.
La plataforma, que agrupa a las enseñas Papizza (23 tiendas), Taberna del Volapié (57), L'Obrador (6), Santagloria (81) y MásQMenos (19), acaba de recalcular sus objetivos y se ha marcado nuevas metas, en un momento el que los restaurantes tratan de recuperar el impulso previo a la crisis. "A efectos prácticos, en abril decidimos que lo mejor era abandonar el presupuesto de 2020. Vimos que iba a ser un periodo largo, de meses de total inactividad", explica a Vozpópuli el CEO de FoodBox, Augusto Méndez de Lugo.
Durante estos meses, FoodBox ha recurrido a las herramientas puestas en marcha por el Gobierno durante la pandemia para este tipo de empresas: los ERTE, por un lado, y los créditos ICO, por otro. "Lo primero era proteger a la compañía desde el punto de vista de la liquidez", cuenta Méndez de Lugo. En esta línea, la plataforma dejó de cobrar los royalties de sus franquiciados (más del 80% de las tiendas) durante dos meses y medio.
Por eso, para mantener la liquidez, a FoodBox le resultó clave "la buena relación" que mantienen con entidades bancarias. Propiedad del fondo de inversión, la plataforma accedió a un crédito ICO "de entre 3 y 5 millones de euros". "Trabajamos muy duro para solicitarlo, recabando toda la información requerida", cuenta el CEO.
Cambio de planes
Un colchón que permitirá a la compañía coger aire tras meses con sus locales cerrados pero que no será suficiente para mantener el plan de aperturas propuesto para este año. Por eso, la plataforma ha tenido que frenar parte de su plan, por el que preveía levantar la persiana a 40 tiendas de sus diferentes enseñas en 2020, y ya se plantea poner en marcha entre 25 y 28, cerca de un 30% menos de la cifra inicial.
No obstante, consideran que, pese a los efectos del "paréntesis de tres meses", las previsiones "son realmente positivas". "Hemos visto cómo franquiciados que habían firmado compromisos de nuevas aperturas han seguido con ellos y ya hemos abierto dos tiendas en julio", ejemplifica Méndez de Lugo, que asegura que "el inversor sigue interesado en nuestras marcas".
Según el CEO de la plataforma, FoodBox no teme que el freno obligado por el coronavirus le suponga un gran daño en su expansión: "Nuestras marcas son hijas de la crisis anterior", apunta.
¿Recuperar las ventas?
Con todo, FoodBox se encuentra todavía "en vías de recuperación de ventas". "Nuestra curva se está aplanando. Hemos recuperado el 70% pre-covid, pero el resto está siendo más lento", asume Méndez de Lugo.
Así, el CEO de la plataforma manda también un mensaje al Gobierno: "Vamos a seguir conviviendo con el virus, y necesitamos medidas de flexibilidad, de alivio de costes... Esto no es pedir al Gobierno que actúe por nosotros, pero necesitamos la parque nos permita competir".
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