Economía

Uno de cada tres parados lleva más de dos años esperando que el SEPE le busque un trabajo

En España, en junio, había 4,25 millones de personas buscando un puesto de trabajo, de los que 1,32 millones, el 31%, llevan inscritos en el SEPE más de 24 meses

El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) es un organismo autónomo adscrito al Ministerio de Trabajo y Economía Social. Junto con los Servicios Públicos de Empleo de las Comunidades Autónomas forman el Sistema Nacional de Empleo. Su misión, como recoge el propio organismo, es “contribuir al desarrollo de la política de empleo, gestionar el sistema de protección por desempleo y garantizar la información sobre el mercado de trabajo, con el fin de conseguir, con la colaboración de los Servicios Públicos de Empleo Autonómicos y demás agentes del ámbito laboral, la inserción y permanencia en el mercado laboral de la ciudadanía y la mejora del capital humano de las empresas”.

Para muchos, el SEPE hace años que se ha convertido en una agencia que se encarga únicamente de ordenar las listas de desempleados y abonarles cada mes sus prestaciones, bien sean contributivas o asistenciales. Uno de los objetivos fundacionales, la búsqueda de un puesto de trabajo para quienes lo hayan perdido, se ha convertido en una tarea titánica. Con las cifras de los últimos ejercicios, apenas un 2% de los parados encontró un nuevo empleo gracias a la intermediación del SEPE.

Con los últimos datos publicados por el Ministerio de Trabajo, a cierre del pasado mes de junio había en España 4.250.047 demandantes de empleo de los cuales el 40,15% eran hombres y el 59,84%, más de 2,5 millones, mujeres. Lo más dramático de la situación es que 1.319.785 personas llevan con esa condición de “demandantes de empleo” más de dos años. Si nos circunscribimos a los trabajadores que llevan apuntados en el SEPE al menos un año como demandantes de empleo, la cifra supera los 1,7 millones.

Lista de espera del SEPE

Casi uno de cada tres demandantes (exactamente el 31,05%) lleva apuntado en el SEPE más de 24 meses sin que el organismo haya sido capaz de encontrarlos un trabajo acorde a sus cualificaciones laborales y sus preferencias. Si la estadística se amplia a quienes llevan esperando más de un año, el porcentaje sube al 40%.

Hurgando en la estadística de los últimos años se comprueba que el dato de junio de este año es el más alto de los últimos diez ejercicios. Ni siquiera en 2020, en los peores momentos de la pandemia, o en 2021, las cifras se acercaron a ese nivel.

Hay que remontarse al año 2014 para encontrar un porcentaje cercano. Ese año, en junio, el 28,01% de los demandantes de empleo, llevaba buscando trabajo más de dos años también. Durante los últimos diez años y con la excepción de 2020, el porcentaje se ha movido entre el 18% y el 28%. En 2020, al poco de decretarse el estado de alarma, solo un 13,4% de los demandantes llevaban más de dos años apuntados al SEPE para encontrar un empleo. La razón es que el denominador (el número total de demandantes) ascendió, por las excepcionales circunstancias económicas que se dieron en esa fecha, a 8,27 millones de personas, casi el doble de la cifra actual.

Analizando los datos de los último meses, se manifiesta el enorme descenso registrado en el número demandantes de empleo (ha bajado de los 8,26 millones a los actuales 4,2 millones, aunque ya se observa una estabilidad en la cifra de los dos últimos meses. En el caso de las mujeres, el perfil de los datos muestra ya claramente que en mayo hubo un punto de inflexión y que en el mes de junio ha crecido. En los hombres todavía no se ha dado la vuelta el perfil, pero se ve muy próximo.

Para muchos, el SEPE hace años que se ha convertido en una agencia que se encarga únicamente de ordenar las listas de desempleados y abonarles cada mes sus prestaciones

Aunque en los dos últimos meses el número total de demandantes de empleo se ha reducido en poco más de 130.000, en el caso de las mujeres se ha producido un incremento entre los meses de mayo y junio de 22.234 personas, al pasar de 2,521 millones a 2,543 millones, tendencia que podría agudizarse al término de la temporada de verano.

De los 4,25 millones de demandantes de empleo, 2,88 millones (67,76%) son parados y el resto, 1,369 millones (32,22%) no. Por cada parado hay, pues, casi 1,5 demandantes de trabajo. El número de parados que llevan buscando un empleo desde hace más de dos años al SEPE es de 982.618, lo que supone el 34,1% del total. En el caso de quienes no se encuentran desempleados, el porcentaje de espera baja al 24,6%.

Durante el pasado mes de junio el número de contratos registrados en las oficinas del SEPE ascendió a cerca de 1,77 millones de personas, un 1,62% menos que en el mismo mes del año anterior. En el transcurso de la primera mitad del ejercicio se han firmado cerca de 9,6 millones de contrato, un 11,05% más que entre enero y junio del año pasado.

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