La economía española ha crecido en los tres primeros trimestres del año a razón de un 0,6% entre enero y marzo; de un 0,4%, entre abril y junio, y de un 0,3%, en los meses de verano. En términos interanuales, el crecimiento del Producto Interior Bruto ha sido del 4,1%, 2,0% y 1,8%, respectivamente.
Es la gran economía de la Unión Europea que crece a tasas más altas. Hay comparaciones que nadie esperaba que algún día pudieran arrojar el siguiente resultado: España crece más que Alemania (su PIB se ha contraído un 0,1% en el tercer trimestre) y tiene una inflación interanual del 3,5%, tres décimas por debajo de la alemana. Pero esta realidad no debe ocultar que la actividad económica de nuestro país no da hoy para reducir el alto nivel de paro y mucho menos satisfacer las demandas de trabajo que, según los últimos datos facilitado por el SEPE, ascendían a cierre del pasado mes a 4,34 millones de personas, de ellas, 2,76 millones, desempleadas.
En España, según el Servicio Estatal de Empleo Público, en octubre, 252.360 parados registrados en este organismo buscaban su primer empleo. Es el único sector de la actividad económica cuyo número ha subido en los últimos doce meses, concretamente, un 0,27%. El paro total ha descendido en los últimos doce meses un 5,33% (155.488 personas); en la agricultura, un 16,92%; en la industria, un 8,45%; en la construcción, un 6,40%, y en el sector servicios, un 4,86%.
No es un porcentaje para rasgarse las vestiduras, pero si la constatación de una tendencia: en los diez primeros meses de este año, únicamente en abril y junio se redujo el número de buscadores del primer trabajo en comparación interanual; en los restantes ocho meses siempre el dato de 2023 ha sido peor que el del mismo mes del año anterior, en una horquilla que va desde el el 0,27% de octubre al 3,31% de febrero.
Análisis de los parados
Analizando de una manera más pormenorizada los datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social se observa el drama que supone para los más jóvenes acceder a su primer empleo. De los 252.360 desempleados que buscan su debut en el mercado laboral, 36.410 tienen menos de 20 años y otros 48.629, entre 20 y 24 años. En total, 85.039 tienen menos de 25 años: uno de cada tres parados en búsqueda de trabajo. Si a esta cifra se añade el colectivo que cuenta entre 25 y 29 años, la suma asciende a más de 113.400 demandantes, el 45% del total.
Los datos no han variado sustancialmente en el último año móvil. Con los datos del SEPE de ese mes, había un total de 251.686 parados buscando su primer empleo. De ellos, 85.950, el 34,15%, no había cumplidos los 25 años y 115.155, el 45,75%, tenían menos de 30 años. La poca variación que han sufrido los números reafirma la sensación de que la economía española tiene que convivir hasta en momentos de crecimiento y cifras récord de afiliación a la Seguridad Social, con un número de parados en busca de su primer trabajo en torno a los 250.000, y con el problema añadido de que una tercera parte de esa cantidad no ha cumplido siquiera los 25 años.
En el año 2019, último ejercicio que no se vio afectado por las consecuencias laborales de la irrupción de la pandemia, el número de desempleados que buscaba su primer trabajo fue (en el mismo mes de octubre) de 272.440, de los que 93.110, tenían menos de 25 años y 125.230, menos de 30 años. Eran 20.000 parados más que en la actualidad, aunque la proporción de los más jóvenes se mantenía en porcentajes muy parecidos.
Hay un colectivo de parados en busca de su primer trabajo más perjudicado: es el de mayores de 44 años, que suman 82.833 a 31 de octubre. Los empresarios creen que se trata de personas que se registran en el SEPE como parados para gozar de los beneficios sociales que los ayuntamientos conceden para quienes tengan esa condición (transporte gratuito, descuentos en cines, teatros...) o en busca de algún otro tipo de ayuda social. Sus intenciones reales de trabajar han estado siempre bajo sospecha.
En algunas regiones, la odisea de encontrar el primer empleo afecta a un amplísimo colectivo de jóvenes desempleados. En Extremadura, por ejemplo, el 47,42% de los parados que quieren incorporarse al mercado laboral tiene menos de 25 años; en Andalucía es el 37,5% y en Castilla-La Mancha, el 36,1%.
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