La tasa de desempleo en España, que alcanzó su máximo (26,9%) en el primer trimestre de 2013, ha conseguido bajar desde entonces al 14,5% a cierre del último septiembre, pero los expertos de la banca creen que habrá que esperar tres años más, hasta 2021, para que se recupere hasta los niveles previos a la crisis.
El servicio de estudios de BBVA pronostica que 2019 cerrará con una tasa de paro del 13,5%, mientras que CaixaBank augura que a término de 2021 se situará en el 10,5%, un nivel que no roza desde el año 2008.
BBVA alerta de que aunque el mercado laboral mejorará el próximo año, su recuperación “no será completa” debido a la “limitada” contribución de la “productividad aparente del factor trabajo”; y además no descarta un “agotamiento en el ritmo de creación de empleo” debido a “posibles restricciones de capacidad en algunos sectores o de falta de mano de obra cualificada”.
“A medida que la tasa de paro se aproxime a su nivel estructural, es factible que la creación de empleo se ralentice y que los salarios comiencen a aumentar por encima de la productividad”, apuntan.
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Sólo en el periodo de bonanza económica que se produjo entre 2004 y 2008, impulsado por el boom del sector de la construcción, España mantuvo su tasa de desempleo por debajo del umbral del 10%, alcanzando su mínimo en el segundo trimestre de 2007, cuando el mercado laboral registraba un desempleo históricamente bajo del 7,93%.
Sin embargo, la crisis financiera y el estallido de la burbuja inmobiliaria dispararon el desempleo de forma exponencial y sólo desde el año 2013 se consiguió dar la vuelta al gráfico y revertir la tendencia.
Además de la mejora del mercado laboral, CaixaBank pronostica que el déficit fiscal seguirá reduciéndose desde el 2,7% esperado para cierre de este año hasta el 1% en el año 2021, lo que contribuirá a un "crecimiento más sostenible" de la economía española a pesar de la esperada ralentización (pronostican un crecimiento del PIB del 2,1% en 2019, del 2,0% en 2020 y del 1,9% en 2021).
Sus perspectivas son algo menos optimistas que las de BBVA, que prevé un crecimiento del PIB del 2,5% para el año próximo.
La locomotora portuguesa
Las perspectivas de CaixaBank para la economía portuguesa baten las de la española, ya que auguran que el desempleo baje hasta el 6,1% en 2021, aunque desde un nivel no tan grave que el español: 13,9% en 2014.
Respecto al déficit de las cuentas públicas, la entidad pronostica una mejora sustancial, desde el 7,2% que se registró en 2014 hasta una estimación del 0,3% para 2021.
En cuanto al crecimiento del PIB, también pronostican una desaceleración hasta el 1,9% en 2019, que se mantendrá el año próximo y que se agravará hasta el 1,8% el siguiente.
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