Indiscutiblemente las cifras de empleo están mejorando. Según la última Encuesta de Población Activa (EPA), el número de parados bajó en 216.700 personas entre abril y junio y se crearon 271.400 empleos. Las cifras son buenas y reflejan el efecto de la campaña de verano, pero lo cierto es que todos los expertos esperaban datos mejores y muchos de ellos dudan de la calidad del nuevo empleo que se está creando. Y la verdad es que razones no les faltan, ya que la mitad de los parados que hay actualmente en España (4,5 millones) perdió su empleo hace más de un año.
Éste es uno de los datos que aporta cada trimestre la EPA y que suele pasar más desapercibido. En concreto, 2,15 millones de personas en paro perdieron su último empleo hace más de un año y llevan más de doce meses luchando por volver al mercado laboral. Una situación difícil que demuestra que salir del desempleo no resulta sencillo a pesar de la mejora económica. Y lo peor de todo es que las cosas no pintan excesivamente bien de cara al futuro, porque todos los expertos esperan un frenazo económico el año que viene y, con él, un nuevo deterioro del empleo.
Aunque es cierto que el paro de larga duración se está reduciendo trimestre a trimestre, sigue siendo preocupante y muestra que el mercado laboral no favorece la reinserción, o al menos no todo lo que debería. En concreto, este tipo de desempleo se redujo en 107.900 personas entre abril y junio, un 4,8% menos que en el trimestre anterior. En el último año, se redujo en 427.300 personas, un 16,5%. Otro dato alarmante es que 470.000 personas intentaron incorporarse al mercado laboral en el segundo trimestre del año y no lo consiguieron. Esto supone que casi medio millón de personas intentó buscar su primer empleo sin éxito.
El paro de larga duración se ceba con las personas de más de 40 años, lo que dificulta considerablemente su vuelta al mercado de trabajo
Por edades, el paro de larga duración se concentró, sobre todo, en los parados de más edad. Y especialmente en los que superan los 55 años. De hecho, uno de cada cinco parados de larga duración del segundo trimestre tenía más de 55 años. Los desempleados de entre 40 y 44 años también sufrieron duramente el paro de larga duración, con 322.500 personas en esta situación, más que los 316.5400 desempleados de entre 45 y 49 años y los 314.900 de entre 50 y 54 años.
Las cifras son considerablemente más bajas entre los parados de menos de 30 años e incluso entre los menores de 40. De hecho, el 63,5% de las personas que llevan más de un año en desempleo tiene más de 40 años, lo que reduce considerablemente las posibilidades de que se reincorporen al mercado de trabajo. Algunos expertos dicen que gran parte de estas personas está ya condenada a no volver a trabajar en su vida.
Y no solo preocupa el paro de larga duración. Los expertos también apuntan a la excesiva temporalidad del nuevo empleo que se está creando. De hecho, de los 271.400 empleos que se crearon en el segundo trimestre, 252.700 eran puestos de trabajo para asalariados. La mayoría de ellos, 166.300 empleos, de carácter temporal, y solo 86.400 indefinidos. Esto provocó que la tasa de temporalidad subiera 68 centésimas entre abril y junio, hasta el 25,72%.
Sin embargo, al observar las variaciones interanuales la historia cambia un poco. El empleo temporal se incrementó en 202.200 puestos en el último año y el indefinido en 223.300 empleos. De hecho, de los 15,18 millones de asalariados que se contabilizaron en España al cierre del segundo trimestre, el 74,27% (11,28 millones) estaba contratado de forma indefinida. El resto, 3,9 millones, de forma temporal. Y si comparamos las cifras del segundo trimestre con los niveles de antes de la crisis, se observa que el empleo indefinido está ya más cerca de recuperar los 12,5 millones de asalariados del año 2008, frente a los casi 5 millones de temporales que había en ese mismo ejercicio.
Queda mucho por hacer
Al ver estas cifras y a pesar de que el desempleo en general va mejorando, no hay que olvidar que España tiene la tasa de paro más alta de la UE. De hecho, según los datos más actualizados de la agencia estadística europea Eurostat, la tasa de paro española (20%) es más del doble de la media de la UE 28 (8,6%) y cinco veces la alemana (4,2%). Aunque el Gobierno espera que la tasa se quede por debajo del 17% en el último trimestre de 2017, lo cierto es que queda mucho trabajo por hacer.
El Gobierno en funciones se ha comprometido a crear casi un millón de empleos entre este año y el próximo, lo que reduciría en un millón el número total de parados. En concreto, se atreve a afirmar que a finales de 2017 habrá en España 3,7 millones de parados, el número más bajo desde el cuarto trimestre de 2008. Y que la tasa de paro se quedará en el 16,6%, también el nivel más bajo desde el cuarto trimestre de 2008. Veremos si todo este empleo nuevo consigue sacar de su enquistada situación a los casi 2,2 millones de parados de larga duración.
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