Economía

El paro juvenil no ha bajado del 33% en los últimos doce años

Faltan más de siete meses para que expire el anterior y Pedro Sánchez ha presentado ya un nuevo plan de choque contra el desempleo entre los ciudadanos más jóvenes. Seguramente,

Faltan más de siete meses para que expire el anterior y Pedro Sánchez ha presentado ya un nuevo plan de choque contra el desempleo entre los ciudadanos más jóvenes. Seguramente, porque predicar no es lo mismo que dar trigo. En diciembre de 2018, medio año después de su llegada a La Moncloa ganando una moción de censura contra Mariano Rajoy, presentó su primer proyecto, el Plan de Choque para el Empleo Joven 2019-2021. Corría el mes de diciembre. Sus objetivos eran ambiciosos, tanto como para que no se hayan cumplido.

Quería reducir la tasa de paro de los menores de 30 años hasta el 23,5% de la población activa y elevar la tasa de actividad en esa franja de edad (el número de ocupados y parados sobre la población en edad de trabajar) hasta el 73,5%. La fotografía a cierre del mes de abril pasado es muy diferente. El desempleo en la población más joven, entre los 16 y los 25 años, alcanza al 39,53% y la tasa de actividad apenas llega al 32,4%. Es cierto que que en el ecuador del plan ha irrumpido un protagonista con el que no se contaba en el guion inicial, la pandemia de la covid-19. Pero no lo es menos que, a cierre del primer trimestre del pasado año, el desempleo era ya del 33%, diez puntos porcentuales por encima del propuesto.

En los últimos doce años, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y del Ministerio de Trabajo, la tasa de paro de los menores de 25 años no ha bajado del 33% nunca. Para encontrar una cifra inferior habría que remontarse a 2008, cuando marcaba el 28,97%. Y eso porque la crisis financiera internacional solo había dejado su sello con la quiebra de Lehman Brothers, en el mes de septiembre.

El 2008 puso punto y final a catorce años de crecimiento del Producto Interior Bruto español a tasas casi desconocidas. En el año 2006, el PIB creció un 4,1% y no fue el mejor año de esa horquilla temporal. Hubo otros cuatro ejercicios aún mejores. Y tuvo su reflejo en el paro. La tasa de desempleo general en el tercer trimestre fue del 8,15% según la EPA. “Solo” un total de 1,7 millones de personas no tenían trabajo. Fue al final del ese verano cuando el desempleo de los más jóvenes alcanzó su nivel más bajo: el 16,9%, repartido en un 13,88% en los hombres y un 20,73% en las mujeres.

El desempleo en la población más joven, entre los 16 y los 25 años, alcanza al 39,53% y la tasa de actividad apenas llega al 32,4%

A finales del pasado mes de abril había en España 3.910.628 desempleados, de los que el 58% eran mujeres. De esa cifra total, 355.884 eran parados de entre 16 y 24 años, es decir un 9,1% del total. Con el paso de los meses en 2021, la tendencia de aumento del paro entre los jóvenes se ha ido moderando desde el 40% en tasa interanual de enero y febrero al 11,6% del mes de abril. Pero ni la reducción del número de contagios ni de las restricciones a la movilidad han conseguido aún doblegar la curva. Por eso, los datos de abril son los peores de los últimos años. En ese mismo mes (el desempleo es muy variable en función de la época que se evalúe), en 2017 había 280.113 jóvenes de menos de 25 años en paro, cifra que bajó a 251.546 dos años después.

Lucha ineficiente contra el paro juvenil

Todos los gobiernos, sean del signo político que sean, han tenido siempre un ojo puesto en la evolución del empleo juvenil. Pero a casi ninguno les ha acompañado el éxito. José Luis Rodríguez Zapatero, en noviembre de 2009, cuando se atrevió a decir que lo peor de la crisis ya había pasado, se fijó como meta alcanzar un acuerdo con sindicatos y empresarios para crear empleo entre los jóvenes. Entonces había 446.769 desempleados con menos de 25 años y una tasa de paro del 36,81%. Pese a su convencimiento, lo peor estaba aún por llegar. Y llegó.

En 2013, ya con Mariano Rajoy en la presidencia del Gobierno se alcanzó la tasa más elevada del pasado reciente: un 56,92 de los jóvenes estaba en paro (un 59% de los hombres y un 54,5% de las mujeres). En números absolutos, sin embargo, eran menos que en 2009: 412.584. Pero es que el denominador, la población en edad de trabajar, se redujo drásticamente.

Y no es que Rajoy no tomara cartas en el asunto. En marzo de 2013 presentó la llamada “Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven: 100 medidas por el empleo juvenil”, que empezó a dar resultados visibles casi cuando se vio obligado a abandonar el Gobierno, a mediados de 2018, al perder la confianza del Congreso de los Diputados.

Objetivo: contratar a un millón de jóvenes

Ahora, Pedro Sánchez acaba de hacer público un plan para contratar a un millón de jóvenes en los próximos tres años. Para ello dispondrá de un partida presupuestaria de 1.365 millones de euros, de los que 600 millones serán gestionados por la Comunidades Autónomas. Estas últimas quizán sean las más interesadas. Regiones como Canarias, Extremadura o Andalucía tenían en abril una tasa de paro entre los menores de 25 años superior a la mitad de la población activa. Solo cuatro (Cantabria, Navarra, Madrid y Castilla y León soportaban niveles inferiores a la tercera parte.

Si se utiliza únicamente la estadística de los jóvenes de entre 16 y 24 años, los datos recrean una tragedia. Frente a una tasa media nacional del 58,23%, Canarias supera el 90% y el País Vasco y Navarra, el 80%. Según Trabajo, el 100% de la mujeres más jóvenes de Canarias está en paro, lo mismo que en el País Vasco; en la Comunidad Valenciana, el 86%, y en Aragón, casi el 80%.

Un total de 7,1 millones de personas buscan trabajo hoy en España, aunque un tercio están ocupados y pretenden solo mejorar sus condiciones laborales. De esa cifra, 1,21 millones tienen menos de 30 años. Son el 17% del total. Los demandantes de empleo no ocupados (los “denos” en la jerga del Instituto Nacional de Estadística) son más de 4,3 millones y han aumentado en un 2,98% en un año. El incremento en los menores de 25 años ha sido, sin embargo, del 20,5%.

Población en edad de trabajar

La población española con más de 16 años y menos de 30 años ascendía en el último padrón a 6,8 millones de personas, el 14,39% del total, pero con la particularidad de que todos están en edad de trabajar, forman parte de la población activa. Los de entre 16 y 25 años suman 4,3 millones, el 9,1% de los residentes en España. La tasa de empleo entre estos últimos (los ocupados) es del 19,6%, frente a una media general del 48,47% o del 73,4% entre los 25 y 54 años.

Según el INE, los menores de treinta años firmaron en el mes de abril el 33,58% de todos los contratos (455.670 de un total de 1,356 millones). La diferencia con otras franjas de edad es que el 89,6% de los contratos sellados tienen carácter temporal y sólo el 10,37%, indefinido. Y todo ello a pesar de que su salario promedio (12.914 euros anuales según el último dato del INE para la franja de entre 20 y 24 años) es muy inferior al salario más frecuente, 18.469 euros.

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