Casi 40.000 contribuyentes declaran un patrimonio igual o superior al del Rey Felipe VI. En concreto, 39.478 declaran un patrimonio de más de 2 millones de euros del total de 206.037 contribuyentes del Impuesto sobre el Patrimonio. El comunicado de la Casa del Rey que hace público el patrimonio del Monarca lo cifra en 2.573.392,80 euros, un montante que está por debajo de la media que declaran los contribuyentes del impuesto, 3.314.786 euros.
La "demanda ciudadana de regeneración pública" le "inspira" y "guía" y le ha llevado a tomar la "decisión personal de añadir a sus responsabilidades constitucionales" la de hacer público su patrimonio, que asciende a los citados 2.573.392,80 euros, explica el comunicado.
Con este ejercicio, el Monarca parte de lo que ha percibido de las arcas del Estado. Su patrimonio está "principalmente constituido" por estos emolumentos, destaca el comunicado, percibidos a lo largo de estos últimos 25 años, primero como Príncipe de Asturias a partir del año 1998 y posteriormente como Rey a partir de 2014, que alcanza la cantidad bruta para todo el periodo de 4.275.796,94 euros. En 2022, el sueldo del Rey asciende a 258.927 euros anuales, casi el doble que el de la Reina Letizia, que cobra 142.402 euros. El Presupuesto de la Casa del Rey es de 8.431.150 euros.
De dichas cantidades han de deducirse las retenciones fiscales practicadas, así como el importe de los impuestos satisfechos a lo largo de esos 25 años.
Cabe inferir que las retenciones las practica el Estado, como en el caso de los funcionarios, o bien la propia Casa del Rey si gestiona su salario como persona jurídica.
En el comunicado, se informa de que Su Majestad el Rey presenta anualmente la correspondiente declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, así como la declaración del Impuesto sobre el Patrimonio. Las estadísticas de la Agencia Tributaria (AEAT) sobre el IRPF no presentan datos de declarantes por encima de rentas de 600.000 euros, pero las de Patrimonio sí desglosan hasta patrimonios de más de 100 millones de euros.
El mínimo exento del Impuesto sobre el Patrimonio está fijado en 700.000 euros y tampoco tributan los primeros 300.000 euros del valor de la vivienda habitual, según establece la norma estatal, que cada comunidad adapta. En el caso de la Comunidad de Madrid, el impuesto está bonificado al 100%, pero a partir de 2 millones de bienes y derechos hay obligación de declarar, lo que hacen 19.000 contribuyentes. En Madrid el patrimonio medio declarado es de 10 millones.
El patrimonio del Monarca está integrado por: 2.267.942,80 euros en depósitos en cuenta corriente o de ahorro y valores representativos de la participación en fondos propios de cualquier entidad, y 305.450 euros en objetos de arte, antigüedades y joyas de carácter personal que han sido objeto de la correspondiente tasación. Esta distribución sigue el patrón general del impuesto, en la que el capital mobiliario copa el 74% de los activos que se declaran, pero es más elevada en el caso de los que la AEAT denomina "bienes suntuarios", que sólo suponen el 2,32% del total.
Arte, antigüedades y joyas entre el patrimonio de Felipe VI
En el apartado de bienes suntuarios, el Fisco incluye joyas, pieles, vehículos, embarcaciones y aeronaves, que suponen el 58% de estos, y objetos de arte y antigüedades, el 41%.
El 19% de los productos que se declaran en este impuesto son inmuebles, que el Monarca disfruta como patrimonio del Estado y por los que no parece que tribute como retribución en especie. Tampoco se mencionan vehículos ni aeronaves en el comunicado. Para trabajadores de empresas privadas, el disfrute de este tipo de emolumentos sí que implicaría tributación, pero en el caso de funcionarios y otras situaciones de la esfera pública, como los diputados, disfrutan de exenciones en sus dietas.
El comunicado detalla que para la preparación, elaboración y presentación de dichas declaraciones, Su Majestad es asistido por los servicios competentes de la Delegación Especial de Madrid de la Agencia Estatal de Administración Tributaria, la dependencia habitual. No está asignado a la Delegación Central de Grandes Contribuyentes, de la que dependen las empresas que facturan más de 200 millones de euros y grandes patrimonios, estos últimos, personas físicas cuya renta a efectos del IRPF supere los tres millones de euros o que el valor de sus bienes y derechos, incluidos los exentos, a efectos del Impuesto sobre el Patrimonio supere los 30 millones de euros.
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