Los fondos de pensiones han sufrido una caída del patrimonio de 10.900 millones de euros en el primer semestre del año, lo que supone un recorte del 8,52% si se compara con el cierre de 2021, según los datos de Inverco. Este 'desagüe' se produce el mismo año en el que el Gobierno ha decidido darle un nuevo golpe a los planes de pensiones, tras volver a reducir las aportaciones individuales hasta los 1.500 euros.
El patrimonio de los fondos de pensiones, como norma general, tiene una tendencia ascendente y en muy pocas ocasiones se ha visto reducido. Sólo en dos ocasiones de la serie histórica ha perdido tamaño. La primera de ella fue durante los años más duros de la crisis financiera (desde 2008 a 2012) y también en 2018. Aunque en estas fechas se produjeron descensos en el capital, jamás se ha visto una salida tan brusca como en este ejercicio.
El patrimonio de los fondos de pensiones en España asciende hasta los 117.094 millones de euros, según los últimos datos de la patronal. A cierre de 2021, esta cifra ascendía hasta los 123.600 millones de euros. La mayor caída la registran los fondos de pensiones individuales, de los que salen 8.199 millones de euros. A este le siguen los fondos de empleo, con 2.625 millones y los asociados, con 77.600 millones.
En los planes de pensiones, las aportaciones también se han desmoronado. En el primer semestre del año, se ha registrado una caída de 500 millones de euros. El peor dato se da en los sistema individuales de renta fija mixta, con 318 millones de euros, seguido de renta fija a corto plazo, con 141 millones de euros.
El devenir de los planes de pensiones está íntimamente relacionado con la fiscalidad que soportan. Su principal atractivo no está en la rentabilidad que se obtiene por el dinero depositado a largo plazo, sino por las ventajas fiscales de las que se benefician las aportaciones realizadas anualmente por los partícipes. Esta cantidad se resta de la base de ingresos sobre los que se calcula el IRPF. Como señala ING, “la cantidad que se aporta no paga impuestos”.
Los planes de pensiones
Los planes de pensiones fueron regulados por ley en junio de 1987, con un límite de aportación individual con derecho a deducción fiscal de 500.000 pesetas de entonces (3.000 euros). En su primer año de funcionamiento efectivo, 1989, consiguieron 318.000 partícipes, que se multiplicaron por tres en 1992 y por diez, en 1999. Y es que, en aquellos años, un producto inédito ofrecía beneficios fiscales a las aportaciones de 750.000 pesetas (4.500 euros) en 1992; de 1,1 millones de pesetas (6.600 euros) en 1998.
A partir de 2003, los incentivos para la suscripciones de estos planes fueron creciendo gobernara el partido político que fuera elegido. Se llegaron a beneficiar fiscalmente las aportaciones de 8.000 euros en general, más 1.250 euros por cada año que se cumplía a partir de los 52, con un máximo de hasta 24.500 euros en el caso de las personas de más edad.
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