Economía

Con IPC, salarios o fórmulas mixtas: así se revalorizan las pensiones en el resto de Europa

La normativa en cuanto al incremento de las pensiones en España no es muy diferente a la que tienen otros vecinos europeos como Portugal, Italia o Francia. Estas son las características concretas de la actualización de las mismas de los países de nuestro entorno

Los principales países europeos cuentan con distintas fórmulas para revisar las pensiones cada año vinculadas en la mayoría de los casos a la evolución de la inflación, como ocurre en España, pero introduciendo otros elementos, como el PIB o la evolución de los salarios, o factores de corrección.

En España, la reforma de las pensiones aprobada el año pasado vincula la subida de las mismas a la inflación, una medida que fue propuesta por el Pacto de Toledo, acordada en el diálogo social y validada por mayoría en las Cortes.

Para este año las pensiones han subido el 2,5% (3% en el caso de las mínimas y no contributivas), si bien, la norma establece que de cara al próximo año se elevarán conforme a la inflación media del año anterior.

Con unos precios que han llegado a rozar el 10%, aunque con previsiones de moderación en la segunda parte del año, la subida a ejecutar en 2023 podría rondar el 7,5%, según las previsiones del Banco de España.

El coste que implicará esta revalorización hace que algunas voces como Ciudadanos o el Banco de España la pongan en cuestión, teniendo en cuenta que la pensión media alcanzó los 1.089,9 euros mensuales en mayo.

Sin embargo, la normativa en cuanto al incremento de las pensiones en España no es muy diferente a la que tienen otros vecinos europeos como Portugal, Italia o Francia.

Según el último informe "Pensions at a Glance 2021" de la OCDE, diez países de la Unión Europea actualizan sus pensiones en función de lo que marcan los precios del consumo, aunque algunos introducen mecanismos correctores que pueden limitar las subidas.

Entre ellos se encuentran Bélgica, Francia, España, Italia, Portugal, Austria, Hungría, Holanda o Eslovaquia.

Además de ellos, hay otro grupo con estados como Alemania, Dinamarca, Suecia, Luxemburgo o Irlanda que vinculan las revalorizaciones a los incrementos salariales.

Y un tercer grupo -formado por Estonia, Eslovenia, República Checa, Finlandia y Polonia- que utiliza fórmulas mixtas que tienen en cuenta precios y salarios.

Estas son las características concretas de la actualización de las pensiones de los países de nuestro entorno:

Francia: promesa de vincular a la inflación en verano

En Francia, las pensiones hasta ahora se revalorizaban una vez al año, en enero, teniendo en cuenta las previsiones de inflación, si bien esta subida podía ser corregida si se producía un desvío significativo.

El 1 de enero de 2022 aumentaron un 1,1%, pero desde entonces las cosas han cambiado significativamente y la tasa interanual de inflación se ha incrementado hasta el 4,8% en abril.

Con estos datos, el Gobierno francés, que ya prometió que indexaría las pensiones a la inflación desde este próximo verano, ha anunciado una paga extra en julio para que los pensionistas puedan recuperar el poder adquisitivo que han perdido por el tirón de los precios.

La pensión media en Francia es de 1.503 euros al mes.

Italia: un índice específico

En Italia, las pensiones se revalorizan cada año sobre la base de un índice llamado FOI, calculado por el instituto italiano de estadística, que tiene en cuenta el consumo de los hogares con un trabajador y que se utiliza también para ajustar periódicamente valores monetarios como, por ejemplo, rentas o cheques para cónyuges separados. No es exactamente igual al IPC español.

La reforma del sistema de pensiones de 1996 estableció que la retribución de la jubilación se calcula sobre toda la vida laboral, y no sólo sobre los últimos años trabajados como se hace en España.

Ello implica menores prestaciones en las jubilaciones anticipadas y en el caso de las generaciones más jóvenes, con frecuencia con salarios más bajos y contratos más precarios, y mayores para las rentas más altas y percibidas de forma continuada.

En Italia, el importe medio de la pensión es de 1.285,44 euros mensuales.

Portugal: un mecanismo automático con la inflación y el PIB

La legislación portuguesa establece un mecanismo automático de revalorización de las pensiones que tiene en cuenta la inflación media de los últimos 12 meses -sin contar la vivienda- y la evolución del PIB de los últimos dos años.

Las fórmulas utilizadas para actualizar las prestaciones dependen del valor de cada pensión y no siempre trasladan toda la inflación, por lo que en algunos casos los pensionistas pueden perder poder adquisitivo.

El presupuesto de Portugal para 2022, que está a punto de ser aprobado por el Parlamento, incluye además para este año un aumento extraordinario de hasta 10 euros mensuales para las pensiones de hasta 1.108 euros, con efectos retroactivos desde enero.

En Portugal, la pensión media fue de 484,25 euros al mes en 2020, último dato disponible.

Reino Unido: triple protección

En 2010 el Reino Unido introdujo por ley un sistema de "triple protección" para revalorizar las pensiones, de modo que estas suben cada ejercicio fiscal según el que sea el valor más alto entre el índice de precios al consumo (IPC), el porcentaje medio de crecimiento de los salarios o el 2,5 %.

Para el ejercicio 2022-23, el Gobierno conservador eliminó puntualmente el segundo elemento, ligado a los sueldos, debido a las estadísticas poco fiables durante la pandemia.

Esto significa que las pensiones que pueden cobrar los mayores de 66 años subieron el pasado 11 de abril un 3,1 %, correspondiente al IPC interanual calculado el septiembre anterior, hasta un total máximo de 185,15 libras semanales (unos 217 euros).

De cara al año fiscal 2023-24, el Gobierno se ha comprometido a reinstaurar la "triple protección" y en principio las pensiones aumentarán de acuerdo a la inflación.

La pensión es tan baja que la mayoría cobra el máximo estipulado de 185,15 libras semanales (217 euros, al cambio de hoy).

Alemania: factor de sostenibilidad según pensionistas y cotizantes

En Alemania una vez al año se hace un ajuste de las pensiones, que entra en vigor siempre el 1 de julio, considerando varios factores entre los que el más importante es la evolución de los salarios del año anterior, con una cláusula de garantía que evita que las pensiones bajen de forma que, como mínimo, permanecen constantes en su valor nominal.

Sin embargo, también se tiene en cuenta un factor de sostenibilidad con la evolución del número de pensionistas y la evolución del número de trabajadores que cotizan en el sistema.

Para el 1 de julio de este año habría un aumento del 5,35 % en el oeste y del 6,12 % en el este. Para el oeste se trata del aumento más fuerte desde 1983, para el este desde 1994.

Sin embargo, los sindicatos y las organizaciones sociales han advertido de que el aumento será absorbido por la fuerte inflación, superior al 7 %.

La pensión media en 2020 fue de 1.182 euros en el caso de los hombres y 774, en el de las mujeres.

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