Las pensiones siguen siendo la asignatura pendiente del Gobierno. Tras la reforma en el sistema y aumentar el gasto un 4,5% para 2024 debido a la subida del IPC, los mayores de 65 años se están viendo beneficiados y salvaguardados por la Administración; sin embargo, la realidad es que la diferencia entre las cotizaciones y el gasto en dichas subvenciones es sangrante. La tasa de cobertura en España fue durante el 2021 de en un 77%, según el último informe de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).
En España, hay un total de 4,61 millones de hombres pensionistas y de 4,49 millones de mujeres pensionistas. Si se compara con el número de ocupados, en todo el territorio español habría cerca de 8,81 millones de pensionistas frente a los 19,5 millones de ocupados. No solo eso, sino que de cara al próximo lustro se ha tenido que reajustar las cotizaciones con un impuesto de solidaridad y así hacer frente a las jubilaciones de la generación del baby boom.
¿Es irreversible el panorama de las pensiones en España? ¿Es equitativo el sistema en relación a lo que aporta cada comunidad autónoma? Según el estudio de Fedea, las pensiones es la política del Gobierno que, por norma general, absorbe una mayor proporción del gasto total y también de su componente contributivo. Es por ello, que los saldos nominales territoriales sean mayores o menores dependiendo de la cantidad de población.
Beleares, la única comunidad donde el importe de las cuotas supera al de los gastos en pensiones
"Como se puede comprobar en la tabla 5, casi todas las comunidades autónomas sufrieron un saldo negativo en 2021 en un abanico que oscila entre los 190,30 y 5.673,00 millones de euros (La Rioja y Andalucía respectivamente). La Comunidad de Illes Balears y las ciudades de Ceuta y Melilla son las únicas excepciones", explica Fedea en su informe publicado este lunes 4 de diciembre. Esto se traduce en que las otras 16 comunidades autónomas restantes serían deficitarias, exceptuando el caso de la Comunidad de Madrid que cubre el 99% de sus pensiones.
En cuanto al resto de autonomías, Castilla La Mancha y Murcia siguen la estela con un total de tasa de cobertura del 0,87%. La lista la completa Canarias (0,84), Cataluña (0,82) y La Rioja, Navarra y la Comunitat Valenciana (0,81), Andalucía (0,73%), Aragón (0,73%), Extremadura (0,62%), Castilla-La Mancha (0,61%), País Vasco (0,6%), Cantabria (0,6%), Galicia (0,57%) y Asturias (0,42%).
En líneas generales, las comunidades autónomas señaladas como las principales deficitarias en términos generales son Andalucía con cerca de 5.700 millones de diferencia entre el gasto y la recaudación, Cataluña con un déficit de 4.900 millones y Galicia y País Vasco con un desfase de casi 4.100 millones en amos casos. Por el contrario, la Comunidad de Madrid se sitúa con tan solo 125 millones por encima de lo que recauda y Baleares como el ejemplo a seguir con un margen positivo de 265 millones de euros.
La tendencia que anticipa los datos es preocupante
Una disyuntiva que refleja a la perfección que el sistema de pensiones a nivel nacional, a pesar de las constantes subidas, sigue generando pérdidas. La verdadera preocupación radica en cómo se pagarán las pensiones de cara a la próxima década, teniendo en cuenta la cuestión demográfica del país con una sociedad cada vez más envejecida y con una tasa de natalidad casi nula.
El estudio concluye con un análisis de como ha sido la curva de las pensiones durante el último lustro, dejando en claro que las cifras avalan la inestabilidad del sistema: "Las finanzas de la Seguridad Social han ido empeorando con el paso del tiempo hasta generar déficits anuales. El saldo contributivo (-33.373,90 millones de euros) disminuye en 2021 hasta el saldo contable (-12.166,99 euros) gracias al fuerte aumento de las transferencias realizadas por el Estado como suma de las dirigidas al pago de los complementos por mínimos (7.277,90 millones de euros) y la recientemente creada denominada para “gastos impropios” (13.929 millones de euros) que no cuenta con una metodología conocida y coherente".
Un sistema de pensiones que hace agua a pesar de los intentos desesperados por parte del Gobierno de mejorar y generar un colchón económico de cara a la oleada de jubilaciones que se avecinan durante la próxima década. Y es que los resultados "muestran un riesgo de deterioro del saldo del componente contributivo de la Seguridad Social derivado del envejecimiento de la población y del reducido
crecimiento de la productividad, con un impacto diferente en las comunidades autónomas".
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