¿Debe cobrar la viuda de Emilio Botín una pensión de viudedad de por vida? ¿Y una mujer que ha trabajado toda su vida y que tiene una carrera laboral igual o incluso más larga que su marido? Éstas son algunas de las preguntas que se hacen algunos expertos que quieren que se aproveche la futura reforma del sistema de pensiones para revisar en profundidad la pensión de viudedad, diseñada hace años cuando la mujer casi no participaba en el mercado laboral.
Hoy en día no solo las mujeres se benefician de estas prestaciones, también lo hacen los hombres, pero en menor medida. Más del 90% de las 2,3 millones de pensiones de viudedad registradas hasta febrero las cobraron mujeres. Es cierto que la cuantía no es muy alta (la pensión de viudedad media ronda actualmente los 643 euros) aunque el 30,64% del total lleva complementos financiados a través del Estado.
¿A cuánto asciende entonces la factura de la Seguridad Social? Pues a unos 1.500 millones al mes, es decir, unos 18.000 millones al año, el 17,5% del total de la factura de las pensiones. El Gobierno ya ha dicho que quiere financiar estos 18.000 millones a través de impuestos, pero sin cambiar la naturaleza jurídica de la pensión de viudedad. ¿Qué significa esto? Que estas prestaciones se quedan donde están. No saldrán del sistema. Simplemente se financiarán vía transferencias desde el Estado.
Pero algunos expertos creen que se debería aprovechar la ocasión para renovar de arriba abajo la figura. El último organismo en sumarse a esta tesis ha sido la OCDE, que en su último informe sobre España ha puesto en duda la permanencia de estas pensiones. A su parecer, las prestaciones por pensiones de los supervivientes podrían limitarse a casos de necesidad.
La OCDE cree que este tipo de prestaciones deberían limitarse a casos de necesidad
Hace solo unos días el profesor y presidente de la consultora de pensiones Novaster, Diego Valero, también lanzó esta misma idea a debate. "¿Necesitan una pensión vitalicia de viudedad las presidentas del Ibex-35?", preguntó, tras criticar que este tipo de prestaciones se concedan de forma generalizada, sin tener en cuenta el nivel de ingresos y para toda la vida.
Según la OCDE, la Seguridad Social se tiene que enfrentar al temible reto del envejecimiento de la población y a la reducción de ingresos que ha provocado la crisis. Puede que el Fondo de Reserva se agote este mismo año y habrá que seguir haciendo reformas tras las de 2011 y 2013 que, tal y como reconoce el organismo, ralentizarán el aumento del gasto del sistema.
Sin tocar cotizaciones
Según los cálculos del Gobierno, las reformas reducirán un 2,5% el gasto en pensiones de aquí a 2060. ¿Pero será suficiente? Ésta es la pregunta que se hace la OCDE, que se inclina por abordar la reforma de las pensiones dentro de una reforma tributaria de mayor alcance para aumentar considerablemente los ingresos del sistema. Además, cree que la tasa de sustitución sigue siendo demasiado alta.
Lo que en ningún caso quiere la OCDE es que se vuelvan a elevar las cotizaciones sociales, como, de hecho, estudia el Gobierno. A su parecer, ya son demasiado altas, puesto que rondan el 28%, por encima del promedio en la OCDE (22,4%). "Incrementarlas aún más para pagar las pensiones podría menoscabar el empleo y la competitividad internacional", sostiene.
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