La hipotética independencia de Cataluña saldría muy cara a los pensionistas de la comunidad. Sus pensiones bajarían nada más y nada menos que 15% si tuvieran que ser sufragadas por las cotizaciones de los afiliados catalanes sin recibir la ayuda del Estado. Es decir, que la pensión media de la región pasaría de los 929 euros actuales a solo 785 euros al mes. Así de tajante se muestra un informe de Convivencia Cívica Catalana, que recoge las últimas cifras de la Agencia Tributaria.
No cabe duda de que el problema de las pensiones es una de las grandes incógnitas que tendrá que resolver el Gobierno esta legislatura, pero la situación sería aún mucho más dura para Cataluña si finalmente se separara de España. Además de las dificultades que entrañaría romper la caja única de la Seguridad Social, este informe asegura que la región lo tendría muy difícil, porque es la comunidad con más pensionistas, con las pensiones medias más altas y, al mismo tiempo, la más deficitaria.
Y es que, si se analiza la diferencia entre los ingresos obtenidos por cotizaciones en cada región y los gastos que supone el sistema, en 2015 Cataluña generó nada más y nada menos que un desfase de 3.193 millones, el mayor de todas las comunidades autónomas, aunque Andalucía (2.929 millones) y Galicia (2.387 millones) tampoco salieron muy bien paradas. En cambio, Madrid registró el saldo positivo más alto el año pasado, con 1.671 millones, seguida de Baleares (339 millones) y Canarias (333 millones).
El problema del envejecimiento de la población es más acusado en Cataluña
¿Por qué es tan deficitaria Cataluña? En Convivencia Cívica Catalana lo tienen claro, uno de los motivos es que hay menos afiliados por cada pensionistas que en el resto de España. La media está en el 2,06% y en Cataluña no llega al 2% (1,98%). En Madrid, en cambio, este porcentaje no solo supera el 2%, sino que está bastante cerca del 3% (2,78%). Esta diferencia tan grande se explica porque la población catalana está bastante más envejecida: el 18,6% de los catalanes tiene más de 65 años, frente al 17,2% de los madrileños.
Las otras dos causas que explican a la región sea tan deficitaria es que las pensiones medias en Cataluña superan en un 4% la media española y que el número de pensionistas es sustancialmente mayor al correspondiente a su población por ese mayor envejecimiento de la población. Curiosamente, en Cataluña reside el 15,9% de la población española, pero se cobran casi el 18% de todas las pensiones que paga el Estado.
Los catalanes se jubilan antes
De hecho, hay más jubilados (1,6 millones de personas) que en Andalucía (1,4 millones). Y casi la totalidad de estos pensionistas (1,06 millones) perciben una pensión de jubilación. Menos de 400.000 personas tienen una pensión de viudedad, unas 165.000 una prestación por incapacidad permanente y menos de 50.000 perciben otro tipo de prestación. Esto hace que el número de pensiones de jubilación sufragadas por el Estado en Cataluña supere en un 50% a las de Madrid.
Y hay una variable más que hace que Madrid sea más sostenible en materia de pensiones: Los madrileños tienden a jubilarse más tarde que los catalanes. En la capital, la media de la edad real de jubilación está en 63,1 años, pero en Cataluña se queda en 62,4 años. Esto hace que los madrileños también tiendan a cotizar durante más años al sistema: 33,4 años de media frente a los 32,7 años de Cataluña.
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