Los inmigrantes siguen en el primer plano de la actualidad. La última Encuesta Continua de Población del Instituto Nacional de Estadística muestra que, a 1 de enero de este año, la población española era de 48.592.909 habitantes. Solo en el cuarto trimestre de 2023 había aumentado en 85.870, pero con una particularidad: “el crecimiento poblacional de España se debió casi en su totalidad al incremento de personas nacidas en el extranjero”, señala el INE. Y es que el número de extranjeros aumentó entre octubre y diciembre del pasado año en 72.504 (el 84,4% del total), mientras el de españoles lo hacía en apenas 13.366.
También copan la información por su influencia en la economía de España.
En estos últimos meses se ha publicado el récord de afiliados extranjeros a la Seguridad Social: 2.785.473, el 13,2% del total de ocupados que había en nuestro país a finales del mes de marzo. Desde febrero de 2020, justo antes de la irrupción de la pandemia, el sistema ha contabilizado 596.052 trabajadores más procedentes de otros países. Se ha podido leer también que cuatro de cada diez nuevos afiliados en los últimos doce meses son inmigrantes. Y es que, por ejemplo, de los 65.312 nuevos empleos que se crearon en Andalucía entre marzo de 2023 y marzo de este año, el 41,1% no tenía nacionalidad española.
Da la sensación de que el Gobierno de Pedro Sánchez confía a los trabajadores extranjeros buena parte de la marcha de la economía. Buena prueba de ello es que, en el conjunto del pasado año, últimos datos disponibles, la autorizaciones de trabajo a extranjeros ascendieron a 229.659, un 16,8% más que en el ejercicio anterior, pero el doble de las llevadas a cabo en 2018, cuando sumaron 116.419.
Desde la llegada de Sánchez a la presidencia del Gobierno, el Ministerio de Trabajo y Economía Social ha concedido permisos de trabajo a 936.506 extranjeros, a una media anual de 156.000. a cierre del pasado mes de marzo, el número de afiliados a la Seguridad Social en todos los regímenes era de 20,959 millones, de los que 2,78 millones, el 13,2%, son extranjeros. Hace diez años, en marzo de 2013, había 1,61 millones.
Algo más de la mitad de los permisos de trabajo concedidos por el Gobierno corresponde a trabajadores procedentes de América central y del sur; un 25,15%, a ciudadanos de África; el 11,16%, son asiáticos, y apenas un 7,88% procede los países europeos.
El Ministerio de Trabajo pormenoriza en su estadística la procedencia de los trabajadores. El mayor contingente de inmigrantes con permiso de trabajo vino en 2023 de Marruecos. En concreto, se concedieron 37.882 permisos a ciudadanos de este país, el 16,49% del total autorizado. Por detrás se situaron Colombia (32.031 permisos, el 13,95%), Honduras (20.708, el 9%), Perú (12.627, el 5,5%) y Rusia (10,385, 4,52%). Sorprende que apenas 2.736 permisos se hayan otorgado a ciudadanos de Ucrania, dos años después del inicio de la invasión por parte de Rusia y el esfuerzo de la UE por aceptar a los desplazados por el conflicto.
El permiso de trabajo es, tal y como lo define el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, una autorización legal que permite a personas extranjeras iniciar una relación laboral en España. Para conseguirlo es necesario cumplir una serie de requisitos establecidos por el Gobierno español, aunque no es aplicable a todos los extranjeros. Hay que tener en cuenta que cualquier ciudadano de un país perteneciente a la Unión Europea tiene derecho a trabajar, tanto como empleado o como autónomo, en cualquier país miembro sin necesidad alguna de permiso de trabajo.
Empleo de los extranjeros por sectores
Por sectores, el mayor número de autorizaciones se concedió dentro de la clasificación estadística española a “las actividades de los hogares y personal doméstico”, con 49.038 permisos, el 21,35% del total. En apartado de “no clasificables” se encuentra la segunda posición, con 45.557 (el 19,83%). Son gente que simplemente pide un permiso de trabajo y residencia sin importarle dónde tenga que prestar sus servicios. La agricultura es el otro gran sector demandado, con el 11,4% de las peticiones, por delante de la hostelería (7,24%) y la construcción (5,27%).
De la importancia del papel que juegan los trabajadores extranjeros en la economía española sirva el dato de que en el mes de marzo, último mes del que hay datos completos del SEPE, de los 1,123 millones de contratos que se firmaron en España, un 25,1% fue suscrito por ciudadanos de nacionalidad no española.
Ellos son los responsables del 30% del crecimiento del Producto Interior Brutos de la economía española desde mediados de los años noventa hasta la primera década del presente siglo. Entre los años 2000 y 2005, hay algunos informes que les atribuyen la mitad del aumento de la economía española.
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