Los bancos exigieron que KPMG realizara el plan de viabilidad de Pescanova, indispensable para la refinanciación de la compañía, actualmente en concurso de acreedores. Incluso le dieron el mandato. Finalmente, el consejo ha insistido en que se barajen tres ofertas para este asunto y las entidades acreedoras han aceptado, bajo una condición: que se respete el plazo de entrega, previsto para finales de agosto o principios de septiembre como máximo.
Las entidades financieras se decantaron por KPMG porque consideran que con ella se ganará un tiempo precioso, ya que la auditora ha pasado muchas semanas sumergida en la entidad, con satisfactorios resultados a la hora de establecer el perímetro de la deuda. Ante la insistencia tanto de Deloitte (administrador concursal) como del consejo, han transigido con que se estudien más ofertas (básicamente, de PriceWaterhouseCoopers y Ernst & Young) con la condición de que no se pierda más tiempo.
En cualquier caso, esto parece dejar claro que, una vez firmado el crédito de urgencia y que ya no está Manuel Fernández Sousa al frente de la compañía, el consejo intenta sacudirse en cierta medida el control total de las entidades financieras.
La elección del asesor es la tarea más urgente, aunque no se descarta la elección de un nuevo presidente antes de la junta de septiembre. Así se han pronunciado desde Damm, grupo que tiene muchas papeletas para hacerse con la presidencia. Desde luego, desde los bancos no pondrían el menor problema, o así lo han manifestado en el pasado.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación