El fin de las ayudas al carburante del Gobierno ha coincidido con la entrada en vigor del impuestazo a las energéticas, del que las afectadas son las grandes petroleras como Repsol, Cepsa o BP. Un escenario en el que el precio de la gasolina se vigila con lupa como el posible protagonista de esta contienda. Y las fuentes consultadas por Vozpópuli aprecian que estas compañías afectadas por el impuesto ya están subiendo los precios de los carburantes, con una repercusión del impuesto de 5 céntimos por litro.
Los precios de la gasolina 95 en España, según los últimos datos registrados en el Boletín petrolero de esta semana de la Comisión Europea, suben un 2% en lo que va de 2023. El precio se sitúa en 1,62 frente a los 1,59 euros del último dato de 2022. El diésel, por su parte, repunta un 1,2% desde los 1,66 euros con los que cerraba el último registro del año anterior a los 1,68 euros de esta semana. La última semana de diciembre, antes de que acabase la bonificación, el precio de la gasolina y del diésel con descuento se situaba en 1,383 y en 1,46 euros, respectivamente.
Fuentes del sector petrolero defienden a Vozpópuli que no se ha producido nada "raro" en este sentido. Las cotizaciones internacionales que afectan al precio de los carburantes subieron levemente en el inicio del año, para luego corregir de nuevo. El incremento de los precios se debe, según el sector, a la entrada en vigor de dos normativas, una que ya había y y una nueva vigente desde 2023, que obligan a incorporar mayor volumen de biocombustibles, lo que supone un incremento en el coste del producto, de en torno a 5 céntimos.
Por un lado, la Directiva Europea de Energías Renovables (RED II), que estaba operativa y que cada año aumenta el porcentaje de BIO en términos de energía, ha pasado en 2023 del 10% al 10,5%. El segundo caso es la FQD ('Fuel Quality Directive'), que es una normativa que entra este año y que implica reducir un 6% las emisiones de CO2 de los combustibles.
Juego de 'céntimos por litro'
El Gobierno creó una subvención de 20 céntimos por litro que arrancó en abril que en el caso de las grandes petroleras era de 15 céntimos. Los otros 5 céntimos las compañías como Repsol, Cepsa o BP lo podían complementar con una contribución especial denominada prestación patrimonial, que podían sustituir por un descuento similar o superior.
Las grandes petroleras decidieron ofrecer a sus clientes un descuento de 15 céntimos por litro, de los que 5 eran obligados, y que se sumaban a los 15 del Gobierno. Antes del fin de las ayudas estatales, a finales de diciembre, estas grandes empresas anunciaron la extensión de su descuento, de 'solo' 10 céntimos por litro y al margen los 5 que le obligaba el Gobierno. Estos 5 céntimos suponen además una repercusión mayor que el coste del impuesto, que tiene un tipo del 1,2%, y que sería del 2,4% para un precio de 2 euros.
Las empresas se encontraron proclives a "colaborar" con el Gobierno en el descuento en un momento en el que el refino va bien y podían vender más. La entrada en vigor del impuesto supone que el descuento de 5 céntimos que iba a sus márgenes ha desaparecido, y mantienen el de 10 céntimos supeditado a su tarjeta y a fidelizar al cliente. Por su parte, Hacienda no ha recaudado nada con la prestación patrimonial de 5 céntimos por litro.
Francisco de la Torre, inspector de Hacienda, recuerda que el Real Decreto-ley de 29 de marzo que creó la ayuda establecía que la prestación patrimonial pública de 5 céntimos se podía sustituir por un descuento y que ha coincidido el final de la subvención con la entrada en vigor del impuesto.
En este punto, el exdiputado también advierte de que se ha observado que los descuentos de 5 céntimos de algunas empresas han desaparecido, mientras que han mantenido los descuentos adicionales ligados a fidelización. Una subida sobre la que ha llamado la atención Pepe Álvarez, secretario general de UGT, en sus jornadas sindicales.
Primer pago del impuesto en febrero
Hacienda está pendiente de que en esta subida no esté relacionada con el ‘impuestazo’ del 1,2% de sus ingresos anuales que empezarán a pagar las petroleras a partir de febrero en el primer pago anticipado del 50%. De un impuesto que prevé recaudar 1.000 millones, ahora reducido al entorno de 750, según el Fisco, por efectos de las enmiendas en la tramitación. Para ello, ha enrolado como controlador a la CNMC. La cuestión es que las petroleras anunciaron que mantenían los 10 céntimos -lo que implicaba que retiraban los 5- en diciembre, antes de que entrara en vigor el impuesto.
Alberto Monreal, socio responsable de Impuestos Indirectos y de la Oficina Técnica de PwC Tax & Legal e inspector de Hacienda en excedencia, apunta a la complejidad del análisis que se le pide a la CNMC para demostrar un traslado que sólo cada compañía conoce en su contabilidad analítica, que no es pública, y recuerda que la lógica económica es que las empresas trasladan sus costes a los precios, repercusión que da por supuesta.
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