La compleja situación política del país ha dado lugar a la paradoja de que el líder del PSOE y futuro presidente del país, Pedro Sánchez, tenga que gobernar con los últimos Presupuestos de Mariano Rajoy, que rechazó hace solo unos días en el Congreso. Y es que, si Rajoy no dimite antes, la moción será aprobada en unas horas y Sánchez asumirá las riendas del país. Y como ya dijo en la Cámara Baja, mantendrá el Presupuesto de 2018, que aún se está tramitando en el Senado.
En realidad, las cuentas no se aprobarán de forma definitiva hasta la semana del 19 de junio. Para entonces Sánchez ya habrá tomado posesión. Si no se introducen cambios en la Cámara Alta, la mayoría absoluta del PP las aprobará y las dejará listas para que se publiquen en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y entren en vigor. Ese es el escenario central, en el que el PP asume la derrota y deja vía libre al PSOE para gobernar con sus Presupuestos.
Pero también es cierto que al PP aún le queda algún cartucho para fastidiar al PSOE. Podría usar su mayoría del Senado para introducir algún cambio en las cuentas y hacer que tengan a pasar de nuevo por el Congreso, aunque eso solo obligaría al PSOE a retratarse una vez más públicamente y votar a favor de unos Presupuestos que ha criticado hasta la saciedad. Y Sánchez ya se ha anticipando a ese desgaste al afirmar que mantendrá el Presupuesto.
¿Qué Presupuestos asume Sánchez? ¿Son muy diferentes a los que él quería? En Vozpópuli hemos querido arrojar un poco de luz sobre el tema y comparar los Presupuestos alternativos que en su día presentó el propio Pedro Sánchez con los que sacó adelante el PP gracias al apoyo de Ciudadanos, PNV, Foro, UPN, Coalición Canaria y Nueva Canarias.
Presupuestos 2018
- Subida del 1,75% del sueldo a los funcionarios
- Subida de pensiones del 1,6%
- Más dinero para infraestructuras, sobre todo para el AVE
- Rebaja de IRPF
- Rebaja del IVA cultural
- Un nuevo cheque guardería
- Impulso a las becas
- Más dinero para la dependencia
- Más plazas de empleo público
- Equiparación salarial de la policía
Durante la tramitación, se incorporaron a las cuentas varias enmiendas, pero sobre todo pactadas con los socios del PP, y casi ninguna de las 2.000 que presentó el PSOE. Sí hubo alguna transaccionada (pactada entre todos los grupos) como el aumento de partida dedicada a la lucha contra la violencia de género o la subida de pensiones en línea con el IPC.
También se incorporó a las cuentas la jubilación antes de los 60 sin penalización para la policía local, menos IVA para los servicios vinculados a la dependencia, libertad para que los empleados públicos puedan utilizar las cinco semanas de permiso de paternidad cuando quieran, mejoras en las primas a la producción de energía renovable en determinadas instalaciones y más inversiones para País Vasco, Navarra y Canarias, entre otras cosas.
Tras todos estos cambios, se han convertido en las cuentas más expansivas de los últimos diez años y que incluyen algunas de las reivindicaciones históricas del PSOE, pero no tienen nada que ver con las que planteó Pedro Sánchez a mediados de abril, que incluían un hachazo fiscal de 6.500 millones y un incremento del gasto de 8.000 millones.
Presupuesto del PSOE
- Hachazo fiscal de 6.500 millones a empresas y ciudadanos más ricos
- Tipo mínimo del 15% para grandes empresas y menos incentivos en el impuesto de Sociedades
- Subida de IRPF a las rentas más altas y equiparación de rentas de trabajo y de capital
- Equiparación de los tipos del gravamen del gasóleo y la gasolina
- Aumento del gasto de 8.000 millones en diferentes partidas
- Ligar de nuevo las pensiones al IPC
- Nuevo impuesto a la banca y a las transacciones financieras para financiar las pensiones
- Aumento de las becas y 106.000 plazas públicas para la educación de 0 a 3 años
- Permiso por paternidad de seis semanas
- Más dinero para para políticas activas de empleo, protección por desempleo y pobreza
- Partidas más altas para I+D, industria y educación
En realidad, las dos cuentas son expansivas, algo que han criticado ya los organismos económicos porque España aún está en el procedimiento de déficit excesivo y debe bajar este desfase al 2,2%. Y eso no se conseguirá ni con las cuentas que verán la luz en tres semanas, ni con las cuentas que habría planteado el PSOE. Y lo mejor todo es la situación no hará otra cosa que complicarse el año que viene.
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