La caída del PIB español duplicará al descenso registrado en la economía mundial durante el año 2020. Así lo afirma un análisis realizado por la consultora McKinsey y la Oxford Economics, que calcula que el PIB español este año sufrirá una caída de entre el 5,7% y el 13,5%, frente a una caída de entre el 5,2%-11,1% en la Eurozona y de entre 2,7% y el 6,5% a nivel mundial.
El informe señala que el PIB español no volverá a tasas positivas hasta el año 2021 y no recuperará los niveles previos a la crisis hasta finales de 2023.
Una reactivación que, según el estudio, será lenta por tres factores: la alta exposición de nuestra economía al turismo (representa un 14,5% del PIB español, frente al 9,5% en la UE); la existencia de un tejido productivo altamente dependiente de las pymes, "que son más vulnerables" a una situación de debilidad económica; y a que muchas de esas compañías son menos resilentes a la crisis por los niveles estructurales en los que operan, especialmente en el sector servicios, alimentación, transporte, automoción y el comercio minorista, "sectores que tienen menores niveles estructurales de liquidez y capital".
Según el análisis de McKinsey, el riesgo de quiebra de las empresas españolas es mucho más alto que en otros países por el impacto de la crisis del coronavirus sobre los beneficios de las compañías en los sectores más afectados, que tardarán mucho en recuperarse y cuyos ingresos podrían caer en más de un 20% en términos reales.
"Estimamos que se ha producido un aumento en riesgo de quiebra de varios sectores económicos", señala el estudio. "Particularmente preocupantes son sectores como el HORECA (Hoteles, restaurantes y cafeterías), donde el riesgo de quiebra puede haberse multiplicado por ocho. Otros sectores como el del entretenimiento, el transporte, la distribución y el automovilístico podrían ver aumentar por cuatro el riesgo de default", añade.
Medidas de estímulo
El estudio destaca que el paquete de medidas de estímulo aplicadas por el Gobierno de España va en línea con los que se están llevando a cabo en otros países "a pesar de tener menos margen de maniobra".
En este sentido, McKinsey recomienda dos medidas para paliar la crisis económica en nuestro país: la felixibilización de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para asegurar una mayor liquidez a las empresas; y explorar otras medidas adicionales como una suspensión en el pago de impuestos para facilitar un impulso en el consumo.
"Durante el horizonte de resiliencia, los esfuerzos deben centrarse en las medidas necesarias para ayudar a que las empresas puedan recuperar a corto plazo su situación financiera", indica el estudio. "Las empresas necesitan concentrarse en estimular sus ingresos, estabilizar las cadenas de suministros y optimizar los modelos operativos".
Por último el informe señala que frente "al impacto seísmico de la pandemia" la economía española debe afrontar la experiencia como una "oportunidad para crear valor" durante la 'nueva normalidad' al tiempo que garantiza la seguridad sanitaria.
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