Los analistas macroecónomico también se han adaptado a la transformación digital, pero se han encontrado con un gran problema: las herramienta de mediciones tradicionales ya no les valen para medir el impacto de los nuevos jugadores como Google o Facebook.
El último informe de CaixaBank Research pone este problema sobre la mesa y sus analistas se han encargado de dejarlo claro. "A día de hoy, las métricas tradicionales como el PIB tienen unas limitaciones evidentes", ha afirmado Oriol Aspachs, experto macroeconómico de la firma.
En los años 30, el PIB fue un gran avance que ayudó a medir la evolución real de un país, pero la irrupción de las nuevas tecnológicas como Facebook o Google han hecho que dicha herramienta se quede desfasada porque no tiene la capacidad de medir el rendimiento de productos que tienen un coste cero.
Con ello se refiere a que las nuevas tecnológicas ofrecen servicios gratuitos a la sociedad que han facilitado la vida de los usuarios y no se contabilizan al no suponer un coste económico para las personas.
A pesar de ello, ha subrayado que el PIB no está enterrado y que se sigue usando mes a mes para medir la actividad, pero que se debe ser consciente de las limitaciones que tiene.
En este sentido, ha añadido que existen algunas propuestas muy llamativas. Ha destacado una que mide el precio del tiempo de uso de estas aplicación. Es decir estimar el precio del tiempo que dedicamos a Whatsapp, Facebook o Twitter.
No obstante, ha agregado que las preferencias de cada nación son distintas y que es muy difícil capturar las diferentes dimensiones para convertirlas en una referencia real.
Ha señalado también que lo importante es que el problema está identificado y que hay varias iniciativas a nivel global trabajando en ello.
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