Los pisos vacíos no son sólo una cuestión “social”, como se ha planteado en Andalucía. Son, sobre todo, una cuestión de dinero para las arcas públicas. Según los análisis a los que ha recurrido la propia Junta andaluza, los más de 2,3 millones de viviendas desocupadas en España suponen un “lucro cesante” de más de 10.600 millones para sus propietarios y, sobre todo, unos 4.000 millones menos en impuestos para las arcas públicas.
En Andalucía, según los estudios en los que se ha basado el Ejecutivo autonómico, se esfuman unos 1.600 millones anuales de la economía, por lo que el Gobierno andaluz pierde unos 400 millones de euros en impuestos al año si se toman como referencia los datos del Ministerio de la Vivienda publicados en 2008. Desde entonces, no se ha actualizado esa estadística pero la Junta estima que ese parque de viviendas ha crecido un 75% desde que comenzó la crisis, lo que situaría el parque desocupado en el entorno de los 700.000 pisos a día de hoy, por lo que la recaudación pública podría ser todavía mayor.
Las autonomías que contemplan multar a las empresas con pisos vacíos, como Canarias, también pueden aprovechar ese nuevo régimen para aumentar su recaudación. Según esas estimaciones, el lucro cesante para Canarias rondaría los 500 millones de euros, lo que supone una derrama cercana a los 200 millones para el fisco; en Cataluña, el lucro cesante ronda los 2.000 millones de euros, con lo que las arcas públicas podrían llegar a captar hasta 800 millones.
Las tasas de desocupación de las autonomías que estudian esas medidas no son la excepción sino la norma. Según el análisis de Julio Vinuesa para el Ministerio de Vivienda, en España un 14,8% de las casas se encuentran desocupadas, una tasa que multiplica por más de dos el 6,9% que registra Francia, y que supera con mucho las tasas del 4,8% de desocupación en Reino Unido, el 3,6% de Alemania y el 2,3% de Holanda.
El fenómeno de las casas vacías se dispara
Según datos del INE, el número de viviendas vacías se ha disparado desde que comenzó la crisis. Las viviendas desocupadas han aumentado a un ritmo del 2,16% anual frente al 1,87% al que ha crecido el parque de viviendas en general. En algunas regiones, como Andalucía, Galicia o Murcia, esa tasa llega a superar el 25%.
Sin embargo, buena parte de esas viviendas supuestamente vacías podrían ser, en realidad, alquileres no declarados, a juzgar por los datos que maneja Hacienda. Según las estadísticas de GESTHA, el cuerpo de técnicos de Hacienda, seis de cada diez arrendamientos en España todavía escapan al control de la Agencia Tributaria, lo que supone otros 1.800 millones de euros anuales de rentas sumergidas que escapan al fisco.
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