Platea Madrid, el espacio de ocio gastronómico más grande de Europa, ha despedido a casi toda la plantilla tras el desplome de ingresos provocado por la pandemia. La compañía, ubicada en la madrileña Plaza de Colón, ha aprobado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para alrededor de cien personas, según fuentes de la plantilla consultadas por Vozpópuli. Esta cifra representa casi la totalidad de los trabajadores y por ahora solo se mantiene el equipo de gestión.
Platea, inaugurado en julio de 2014, ocupaba un espacio de 5.800 metros cuadrados en lo que antiguamente habían sido los cines Carlos III. Contaba con capacidad para albergar a 1.100 personas y para su puesta en marcha fue necesaria una inversión de más de 60 millones de euros. Durante la reforma, los actuales gestores optaron por mantener la estructura original con los palcos, el foso y el escenario.
El mutiespacio gastronómico está organizado en cuatro plantas en las que se distribuyen diferentes puestos de comida 'take away' y que también incluía un restaurante del chef Ramón Freixa que posteriormente fue sustituido por otro de Ricard Camarena, otro cocinero de renombre. A pie de calle, Platea tenía un espacio de productos dulces a cargo de Mamá Framboise, cadena que el pasado verano anunció el cierre de todas sus pastelerías en Madrid. Lo que sí mantiene todavía en esta planta era su propuesta de productos sibaritas de Gold Gourmet.
Desplome de ingresos
Al igual que otros restaurantes y empresas de hostelería, Plaatea ha tenido que estar cerrado durante meses ante la imposibilidad de operar con normalidad. El último comunicado hecho público por la compañía es del pasado 30 de septiembre, donde anunciaba que volvía a cerrar "temporalmente" tras constatar que la incidencia por el coronavirus seguía siendo muy elevada.
El ERE, que según las mismas fuentes se ha aprobado esta semana tras llegar a un acuerdo con los trabajadores, ha estado negociado por Ceca Magán. Otras fuentes de la empresa confirman este fuerte ajuste de empleo y señalan que la compañía no ha podido aguantar más tiempo con la persiana bajada y con los empleados en ERTE.
Platea está ubicada en una zona de las zonas más populares de la capital y una de sus grandes fuentes de ingresos procedía del turismo, tanto nacional como internacional, por lo que el desplome de viajeros ha sido letal para sus cuentas. Ante el difícil escenario que se plantea en Navidad, otro periodo clave para el negocio, los actuales responsables han optado por los despidos hasta tener algo de certidumbre sobre cuándo y cómo podrán volver a abrir con cierta normalidad, algo que por ahora parece imposible de determinar.
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