Economía

El PNV da la espalda a Repsol, Iberdrola y BBVA en su acuerdo con Pedro Sánchez

Las tres grandes empresas del País Vasco están en el foco del futuro Gobierno. La formación jeltzale omite cualquier defensa explícita de sus empresas y negocian cambios fiscales

Repsol fue la empresa más crítica del Ibex con el acuerdo de Gobierno entre PSOE y Sumar. Iberdrola apostó, esta vez, por la prudencia y BBVA avisó del peligro que tenía para su negocio. Los gigantes vascos confiaban en el papel del PNV para parar los pies a un pacto que pretende hacer permanente el famoso ‘impuestazo’, imponerles nuevos y elevar el control sobre su negocio con nuevos organismos. Pero el PNV les ha dado la espalda.

El acuerdo que se ha anunciado este viernes entre la formación jeltzale y Pedro Sánchez no contiene ni una sola medida que defienda los intereses de sus grandes empresas. El pacto se centra en el autogobierno y la mejora de la fiscalidad en País Vasco, pero no hace referencia al nuevo tipo efectivo del 15% de tributación sobre el resultado contable de las grandes empresas en el Impuesto sobre Sociedades. Repsol, Iberdrola y BBVA han preferido no entrar a valorar este acuerdo ante la consulta de este medio. 

Tampoco se pronuncian sobre la extensión del gravamen temporal a la banca y a las energéticas, pese a que fue el propio PNV el que llenó de enmiendas la medida en 2022 para defender a estos grandes socios de la Hacienda vasca. No hay que olvidar que sólo entre Iberdrola y Petronor (filial de Repsol), generan anualmente alrededor de 1.500 millones en impuestos, que es cerca del 12% de todos los ingresos fiscales vascos. 

“Es sorprendente que el acuerdo no incluya ni una sola mención a la industria, al tejido empresarial y, en particular, al energético”, explican fuentes del sector a Vozpópuli. "La única explicación es que el PNV considera que ahora no toca, para evitar enseñar sus cartas a catalanes y Bildu, pero que al partido no le queda otra que pelear después si no quiere quedarse sin la etiqueta del principal partido de las empresas vascas", añaden. 

Es más, el propio Josu Jon Imaz, CEO de Repsol y expresidente del PNV, asegura que este clima traerá consecuencias a sus inversiones industriales tanto en País Vasco como en el resto de España. La petrolera tiene parado un proyecto de 200 millones de euros para añadir 100 megavatios (MW) adicionales a su refinería de Muskiz y poder refinería tanto la actividad de la planta como la demanda existente en el Gran Bilbao. Un aviso que no ha calado en la negociación entre Pedro Sánchez y el PNV, pese a que el propio lehendakari Iñigo Urkullu acompañó a Imaz en la presentación de ese proyecto.  

Galán mantiene el silencio con el PNV

Ignacio Sánchez Galán ha preferido mantener en este caso ‘un perfil bajo’ con esta negociación. El presidente de Iberdrola, que fue el primero en recurrir el 'impuestazo', espera a que se forme el Gobierno para posicionarse en esta nueva situación. 

El propio Sánchez Galán mantuvo un encuentro a finales de octubre con Iñigo Urkullu para insistirle en el “compromiso” de esta empresa con el País Vasco. El presidente que insiste en que Iberdrola es, y sigue siendo, “una empresa vasca” le recordó al  lehendakari que el impacto socioeconómico en el País Vasco fue de cerca de 2.700 millones de euros en 2022 por su actividad. 

Sus inversiones en el País Vasco fueron de 241 millones de euros, y la contribución fiscal (400 millones de euros), aportó más del 2% del total del PIB vasco. A ello han añadido el efecto de pagos a proveedores y salarios. Iberdrola efectuó compras a cerca de 600 proveedores vascos por más de 1.700 millones de euros. Es decir, que el PNV debe cuidar su negocio. 

BBVA mantiene su sede social en el histórico palacio de San Nicolás en Bilbao, pese a contar con la gran parte de su plantilla en España en Madrid. El grupo bancario emblemático en el País Vasco trasladó a través de su consejero delegado que convertir en permanente el impuesto a la banca afectaría a la capacidad de aportar valor a los ciudadanos.  

Avances en la concertación de impuestos

Porque el pacto del PSOE y Sumar también ha provocado el malestar de la banca, que avisa de que provocará inseguridad jurídica y alejará a los inversores. "Si tenemos más capital podemos dar más financiación a la economía”, criticó Onur Genç. Y concretó que por cada euro de capital, la entidad invierte hasta veinte veces más en crédito. Una protesta que, todavía, no ha calado en el PNV. 

El pacto rubricado este viernes entre el PNV y el PSOE incluye más avances en la concertación de impuestos. Entre los que cabe esperar que se consiga concertar los impuestos a banca y energéticas, según trasladan fuentes conocedoras. Se trata de prestaciones patrimoniales en realidad, que se lograrían concertar, lo que sustituirá al porcentaje de su recaudación que ahora reciben País Vasco y Navarra.

Esto no implica que los impuestos que puedan imponer las Diputaciones Forales sean menos exigentes que los estatales, y menos en contienda electoral con Bildu. Estos impuestos podrían cobrarse directamente de Iberdrola, Repsol y BBVA.

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