El envejecimiento de la población se ha convertido en un problema de primera magnitud en España. Según el Instituto Nacional de Estadística, en los próximos años, España aumentará su población en más de cuatro millones de personas, pero la población de 65 años y más representará el 26% del total en el año 2037 y el 30,4% en torno al año 2050, cuando en la actualidad supone el 20,1%. Los mayores de 70 años supondrán el 24% de la población total en ese año (14,5% hoy) y los mayores de 80 años, el 11% (6,1% ahora).
Hay muchos datos interesantes en este informe del INE. Uno de los más destacados por su importancia en la economía es la proporción de población de menos de 16 años más la población de más de 64 años sobre los habitantes en edad de trabajar, es decir, entre 16 y 64 años. Situada esta relación en la actualidad en el 55%, según el INE, alcanzaría su máximo en torno a 2050, con el 86,8%, llegando en 2031 al 56,5% y en 2040, al 68,5%.
Otro informe del Banco de España ve en el envejecimiento poblacional “uno de los mayores retos estructurales que afronta la economía española”. ¿Por qué? Por su negativo impacto sobre la oferta de trabajo, que puede alterar su normal funcionamiento, y por las repercusiones sobre el crecimiento potencial de la economía y la sostenibilidad futura de las finanzas públicas.
Según el banco central español, en los últimos diez años, el envejecimiento de la población ha tenido un impacto negativo de 3,4 puntos porcentuales sobre la tasa de actividad, que habría sido más intensa en la regiones del Cantábrico. La institución calcula que en 2030 la tasa de actividad caerá otros 2,8 puntos porcentuales, incluso contando con los flujos netos de inmigración.
Hay datos que corroboran el sentido del informe del Banco de España publicado a finales del pasado mes de agosto. La franja de edad con más trabajadores dados de alta en la Seguridad Social era en diciembre del pasado año la de entre 45 y 49 años. Con 3.174.199 ocupados, supone el 15,30% de todos los trabajadores dados de alta en el sistema, 20,733 millones, según los últimos datos del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social.
Hace cinco años, en 2018, el grupo más numeroso de trabajadores empleados era el de entre 40 y 44 años, con 2.996.325, que representaban el 15,84% del total ocupado, entonces 18,914 millones. Pero hace diez años, en 2013, uno de los peores años para el empleo que se recuerda en España en el pasado reciente, fue el de los trabajadores de entre 35 y 39 años. Ascendía a 2.617.291, el 15,84% de la población ocupada. Es decir, en apenas diez años, el grupo más numeroso de trabajadores ocupados ha “envejecido” diez años.
Más trabajadores con más años
Según el último censo del Instituto Nacional de Estadística, la población de entre 45 y 64 años ascendía el pasado año a 14,32 millones de personas, el 30,15% de la población total. Hace cinco años el porcentaje era del 28,37% y en 2013, del 26,19%. Estos datos no hacen más que corroborar lo que está sucediendo en el mercado laboral.
El segundo grupo con mayor número de trabajadores empleados fue en 2023 el de entre 50 y 54 años, con 2,856 millones de personas, el 13,77% del total de afiliados. En el año 2018, el segundo lugar lo ocupaban los trabajadores de entre 45 y 49 años, con el 14,64 del total, y en 2013, los de entre 40 y 44 años, con el 15,21%. De los datos de la Seguridad Social se observa también que en los últimos diez años, el número de trabajadores con entre 55 y 59 años se ha incrementado en cerca de un millón, pasando de 1,451 millones en 2013 a 2,383 millones.
El Banco de España hace tiempo que ha identificado algunos de los principales problemas que ocasiona el envejecimiento de la población, no solo en el mercado laboral sino en el conjunto de la economía: afecta a las pautas de consumo que pueden cambiar sustancialmente, lo mismo que a las pautas de ahorro e inversión, ya que la edad vuelve a las personas más conservadoras. Asimismo puede hacer descender la productividad (uno de los males que aqueja a la economía española), no solo por el número de horas trabajadas por empleado, sino también por la calidad del capital humano.
El hecho de que la edad de jubilación se haya ido retrasando mediante las continuadas reformas que ha sufrido el sistema público de pensiones ha multiplicado el número de trabajadores mayores en el mercado laboral español. En diciembre pasado había 1,622 millones de ocupados con edades comprendidas entre 60 y 64 años, cuando en 2013 apenas se contaban 886.286, casi la mitad. El retraso en la edad reglamentaria de jubilación ha hecho que todavía estén en activo 364.372 personas mayores de 64 años, casi tres veces más (125.434) que en 2013.
Una de las principales conclusiones que se sacan de los datos de afiliación a la Seguridad Social es que los trabajadores de 45 y más años suman 10,4 millones y suponen el 50,16% de la población ocupada en diciembre de 2023, cuando en el año 2013 suponían 6,704 millones, apenas el 41,23% de todos los trabajadores ocupados ese ejercicio.
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