Estando la inflación en niveles aún lejanos al objetivo de medio plazo del 2% y el crecimiento continúa sólido, a pesar de las enormes subidas de tipos que vivimos hace unos meses, los agentes han variado las expectativas de bajadas de tipos. Concretamente, a comienzos de año se esperaban 6 bajadas de tipos, pero actualmente sólo se espera una bajada de 25 pb.
Los tipos de interés a 10 años de la deuda pública de Estados Unidos han subido de forma intensa en las últimas semanas, encontrándose en niveles cercanos a los de octubre de 2023, su máximo desde el 2007. Es decir, los inversores esperan tipos más altos, durante más tiempo.
Si los tipos de interés se mantienen más altos durante más tiempo, la renta fija adquirirá mayor atractivo frente a la renta variable: una rentabilidad más que aceptable con un menor riesgo. Esto puede suponer una rotación en el asset allocation de muchas carteras. De hecho, Goldman Sachs ha estimado que los fondos de pensiones americanos van a desinvertir 325 mil millones de dólares de la renta variable para invertirlos en bonos y private equity. Aunque no es un peso desorbitado (3,5% sobre el total de activos de estos fondos de pensiones), sí es un síntoma de una decisión muy racional en un contexto de tipos altos, inflación controlada y crecimiento económico con tipos de interés reales positivos.
La previsión de tipos reales positivos que no bajan tanto como se había anticipado es un escenario cada vez más probable, lo que beneficia a la renta fija y no a la renta variable. De ahí la rotación de carteras hacia bonos. Por ver un ejemplo cercano, durante los años de tipos cero, la renta variable vio flujos muy fuertes, dejando a la renta fija como un activo marginal. Ahora podríamos ver el efecto contrario.
Cuanto más tiempo se mantenga el elevado gasto de la economía norteamericana (ayudas a Ucrania, Israel o Taiwán, por ejemplo), más complejo será que la inflación se acerque al objetivo. Y cuanto más tiempo esté la inflación alejada del objetivo, más tiempo estarán los tipos sin bajar, lo que fomentará la inversión en renta fija y hará que los flujos de renta variable se redirijan hacia bonos.
El riesgo geopolítico podría provocar un fuerte repunte del precio del petróleo, lo que podría llevar a no aplicar recortes o incluso a aplicar nuevas subidas de tipos. Powell ha dicho que "probablemente llevará más tiempo de lo esperado (las bajadas de tipos)".
Atención inversores. Especial vigilancia a la renta fija.
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