El Partido Popular ha sacado finalmente adelante la modificación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria para poder aprobar un nuevo reparto de los objetivos de déficit y que las comunidades puedan elaborar sus presupuestos a pesar del parón político. Tal y como habíamos avanzado en Vozpópuli, el PP se había asegurado ya el apoyo de PSOE, Ciudadanos y la abstención de Podemos, aunque la formación liderada por Pablo Iglesias ha cambiado de opinión en el último momento.
El objetivo de este cambio es poder aprobar el reparto de los nuevos objetivos de déficit fijados por Bruselas sin tener que aprobar el techo de gasto. La normativa actual obliga a hacerlo al mismo tiempo. Y la finalidad última es que las comunidades autónomas puedan hacer sus presupuestos con ese nuevo límite de déficit.
Ni la interinidad ni la disparidad de la Cámara han sido un impedimento para el Partido Popular, que finalmente ha contado el voto favorable del PSOE, Ciudadanos, PNV y CC y abstención de Compromís. Unidos Podemos, ERC y PDC han votado en contra. Aún así, todas las formaciones han dejado claro que comparten el deseo de que las comunidades puedan contar con más margen para elaborar sus presupuestos.
Tras esta modificación, el Gobierno podrá aprobar un objetivo de déficit del 0,7% para las comunidades y convocar el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) para transmitir este nuevo objetivo a las regiones. El resto del margen extra concedido por Bruselas será para el Estado y la Seguridad Social, que se quedan con casi todo el pastel.
Así quedará entonces el déficit público al finalizar el año: un 4,6% que se repartiría en un saldo del -2,6% en el Estado, del -1,7% en la Seguridad Social y del -0,3% en las administraciones territoriales (con un déficit del 0,7% en las comunidades y un superávit del 0,4% en las entidades locales).
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