Nuevo paso hacia el fin de la crisis del aceite de oliva. Después de una buena cosecha, que anticipó bajadas de cara a final de año, y tras la rebaja del IVA del aceite del Gobierno, ahora se suma que ya se comienzan a ver bajadas estables del precio en origen, que terminarán repercutiendo en el precio para los consumidores a final de año, tal y como habían pronosticado los expertos.
Junio terminó con dos semanas de bajadas del precio en origen y julio arrancó de la misma manera, según se desprende de los datos presentados semanalmente por el ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, publicados siempre con quince días de decalaje.
La semana 25 de la campaña, que se corresponde con el 17 al 23 de junio de 2024, el precio medio del aceite en origen cayó un 0,69%; la semana 26 un 1,37%; y la 27, ya en julio, un 1,30%. Las tres bajadas son ligeras en sí mismas, pero lo que representan reflejan gran fuerza en la estabilización del precio.
El hecho de que estas caídas sean moderadas y estables es mucho más positivo para el sector que una gran voluptuosidad, porque es un indicativo de que cara a final de año se pueda producir la espera bajada de precios.
A diferencia de la caída de abril, a raíz de las lluvias que marcaron la Semana Santa, estos descensos del precio del aceite en origen van a tener una repercusión mucho más fuerte a final de año, por el carácter de estabilidad y continuidad. De ser así, a final de año se produciría la mayor bajada desde que comenzara la crisis de precios, porque para que los precios bajen se necesita que meses antes se produzca una caída de precios en origen de manera progresiva y constante.
En cualquier caso, la inflación está todavía muy elevada, de casi un 300%, por lo que recuperar los precios de hace cinco años será una tarea a largo plazo, pese a la fuerte caída que pueda producir en diciembre.
La primera caída del aceite en un junio desde el 2020
Otro buen dato respecto al sector del aceite de oliva es que este mes de junio ha sido el único junio de los últimos años en los que el precio del aceite en origen ha disminuido su precio. Para ello hay que analizar los datos de las dos últimas semanas de julio desde el 2020, que se corresponden con las semanas 25 y 26 de campaña.
En el año 2020, el precio del aceite se encontraba en 177,13 euros por cada 100 kilogramos (esta es la medida que utilizan en el MAPA). La diferencia aquel año entre una semana y otra fue mínima, ya que la 26ª semana se encontraba en 177,87 €/100 kg. Según iban pasando los años, la diferencia entre las dos últimas semanas del mes, un mes especialmente complicado, iban aumentando: 309,30 vs 310,52 en 2021; 329,15 vs 333,26 en 2022; y 603,28 vs 614,78 en 2023. De hecho, el año pasado la diferencia entre ambas semanas llegó a ser de más de 11 euros.
Sin embargo, este año 2024 la situación ha cambiado: han conseguido que sea el primer mes de junio que termina con caídas. La semana 25 costaba 745,68 €/100 kg y la semana 26, la última de junio, 735,46, casi diez euros menos. Y para más inri, y alegría del sector, julio también ha arrancado, por primera en muchos años, con caídas de precio en origen, al haber llegado a 725,87 €/100 kg.
Además, la cosecha ha vuelto a entrar en niveles de normalidad, después de mucho tiempo de malas cosechas y precios altísimos, ya que por fin hemos tenido una buena primavera, con lluvias y temperaturas moderadas. Las precipitaciones de este fin de semana han sido el impulso final de una "muy buena campaña" que ha aumentado la cosecha hasta un 50%.
Concretamente, estamos hablando de que la producción de aceite ha aumentado en 400.000 toneladas. De una media de 800.000 toneladas producidas en los últimos años, "cifras históricamente bajas", van a pasar a 1.200.000 T, la cantidad total que se va a producir esta campaña, cifras aún por consolidar.
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