La Semana Santa, una de las épocas del año con mayor número de desplazamientos por carretera, llega con malas noticias para los conductores en lo referente al coste de llenar el depósito. El precio de las gasolinas será el más elevado en esta época del año desde 2014 debido, entre otros factores, a la notable subida experimentada por el barril de petróleo desde comienzos del presente ejercicio.
A finales de 2018, los miembros de la OPEP y los principales productores que no pertenecen al cártel acordaron una reducción del bombeo de crudo de 1,2 millones de barriles diarios. Los efectos de la medida comenzaron a dejarse sentir desde las primeras semanas de 2019, lo que se ha unido a otros factores de presión como el regreso de las sanciones a Irán por parte de EEUU y la crisis política en Venezuela, uno de los integrantes más destacados de la OPEP.
En los tres meses y medio que han transcurrido desde el inicio del año, el precio del barril de petróleo ha experimentado un incremento del 16%, con una tendencia alcista prácticamente ininterrumpida y que se ha visto, además, alentada por el hecho de que los productores han decidido, por el momento, no reunirse durante el mes de abril para revisar el recorte pactado en 2018, al contrario de lo que acordaron entonces.
Sin embargo, la evolución del precio del petróleo no es el único factor que ha impulsado el precio medio del litro de gasolina hasta 1,33 euros, en el caso de la de 95 octanos, y de casi 1,48 euros para la de 98. En octubre de 2018, el coste de los carburantes se situaba en cifras muy similares a las de la actualidad pero, a diferencia de lo que sucede en estos días, el barril de petróleo cotizaba en los mercados de materias primas sensiblemente por encima de las cotas que se registran en la actualidad.
Un 8% más caro
A comienzos del pasado octubre, los futuros sobre el barril de petróleo Brent cotizaban en el entorno de los 82 euros, es decir, un 15% por encima. De ahí hasta final de año, el crudo se desplomó cerca de un 40%, lo que motivó que los productores decidieran tomar medidas para evitar que el castigo del mercado fuera a mayores.
En relación con la pasada Semana Santa, los conductores encontrarán las gasolinas en torno a un 8% más caras, lo que se podría traducir en subidas de entre seis y once euros a la hora de llenar los depósitos.
Los temores a la llegada de una posible recesión y las cifras de inventarios provenientes de EEUU, que se sitúan en sus máximos desde 2017, han frenado en los últimos días la escalada de los precios de la materia prima, aunque los expertos consideran que los precios del crudo se mantendrán estables mientras que Arabia Saudí, el principal productor mundial, apoye el recorte del bombeo con la firmeza con la que lo está haciendo.
El Gobierno saudí ha mostrado su satisfacción con la evolución del mercado y ha asegurado en numerosas ocasiones sentirse cómodo con el barril estabilizado por encima de los 70 dólares. En estas cotas, la amenaza de la producción proveniente de EEUU a través del fracking aún permanece lejana. Sin embargo, los productores ya conocen la reacción del mercado cuando el barril supera los 80 dólares, que en los últimos tiempos les ha llevado a tener que tomar medidas con cierta urgencia.
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