La subida del precio de petróleo, que este martes ha superado los 80 dólares por barril por primera vez en los últimos tres años, supone una nueva amenaza para la recuperación de la economía española y podría restar más de un punto al crecimiento al Producto Interior Bruto (PIB) de este año.
En el Programa de Estabilidad presentado en mayo el Gobierno pronosticó que el PIB crecería un 6,5% en 2021, pero avisaba de que esta previsión estaba condicionada a la evolución del precio del petróleo. El Ejecutivo pronosticaba que el crudo se estabilizaría en los 60,8 dólares en el año y advertía de que si subía 10 dólares más, hasta el umbral de los 70 dólares, esto restaría 0,8 puntos al PIB en el promedio de 2021 y 2022.
Por cada subida de 10 dólares en el precio promedio, el PIB perdería tres décimas adicionales por ejercicio, así que si el crudo se mantiene en los 80 dólares en los tres meses que quedan de año, la merma podría superar 1,1 puntos de PIB.
El Gobierno mantuvo la semana pasada su previsión de crecimiento en el 6,5%, con lo que una merma de 1,1 puntos podría dejar el avance de la economía en el 5,4%. A esto, además, se suma que la semana pasada el Instituto Nacional de Estadística (INE) rebajó el crecimiento del segundo trimestre en 1,7 puntos, del 2,8% al 1,1%, con lo que el Gobierno tendría que rebajar aún más esta estimación, que más bien podría quedar cerca del 5%.
Fuentes del Ministerio de Economía explican a Vozpópuli que lo importante es ver el precio promedio en el que el petróleo termina el año y avisan de que si el pico de 80 dólares es transitorio y el promedio vuelve al entorno de los 60, no habrá riesgos para el crecimiento económico.
El servicio de estudios de BBVA ya calculó en el mes de mayo que con la subida a 70 dólares el PIB crecería en torno a un punto menos. Ahora, con la subida a 80 dólares, Miguel Cardoso, economista jefe para España de BBVA Research, explica a este medio que "aunque en promedio, el incremento del precio respecto al año anterior fue significativamente mayor (+60%), ahora estaríamos hablando de un incremento del 10%-15% adicional".
"Una parte del incremento en el coste de la energía tiene que ver con la recuperación de la demanda, sobre todo mayor gasto en transporte (por la flexibilización de las restricciones). Por lo tanto, el impacto no será tan significativo. No lo hemos calculado de cara a nuestras previsiones, pero probablemente estará más cerca de las 2 décimas por año (de menor crecimiento)", apunta, a sumar al punto que se estimaba en mayo.
Los precios se mantendrán en estos niveles
España es un país importador neto de crudo, ya que compra mensualmente 4.828 kilotoneladas de petróleo al exterior, según los últimos datos de la plataforma CORES actualizados a cierre de julio de este año, de ahí que un encarecimiento del petróleo afecte tanto a su crecimiento.
El precio del Brent, la referencia europea, superaba este martes los 80 dólares el barril. Mientras que la referencia americana, el West Texas, alcanzaba los 76 dólares. Unos niveles que no se veían desde 2018 y que amenazan con mantenerse, según las previsiones de los analistas de este mercado.
"La crisis energética mundial podría hacer que la demanda de crudo aumente si el hemisferio norte sufre un invierno frío, y muchos países no están equipados para hacer frente”, comenta Craig Erlam, analista de mercado de la firma Oanda.
El problema está en que este aumento de la demanda, a día de hoy, no se espera que se corresponda con un aumento de la oferta, de ahí que se produzca un encarecimiento del crudo. “Si se mantiene el impulso, aumentará la presión sobre la OPEP para acelerar el ritmo de aumento de la producción, después de un recorte histórico de la producción al comienzo de la pandemia”, añade el analista.
España importa el 100% del crudo que consume. Desde mayo de este año, no se produce en suelo español ni un sólo barril de petróleo
Este escenario que impacta con fuerza en el déficit comercial de España, ya que tiene que importar el 100% del crudo que consume. No hay que olvidar que, desde mayo de este año, no se produce en territorio español ni un sólo barril de petróleo. Con la Ley de Cambio Climático, que entró en vigor el 22 de mayo, se prohíben otorgar nuevos permisos de exploración y producción de hidrocarburos. Repsol cerró la última plataforma de exploración en las costas de Tarragona pese a que la ley le permitía su explotación hasta 2050.
Relación entre el precio del petróleo y el de la gasolina
Por lo tanto, si se dispara el precio del petróleo aumenta la factura para el país y se produce un impacto en los consumidores, aunque la relación directa entre la subida del petróleo y el impacto en el conductor que llena el depósito de su coche es más compleja.
Esto es así porque los grandes operadores de carburante operan con precios futuros, tanto de la propia gasolina/diésel como del crudo, y porque el 55% del precio final que paga el consumidor corresponde a impuestos fijos de este producto.
El precio de la gasolina en España seguro que sí se verá afectado por un anteproyecto de ley que el Gobierno está tramitando actualmente en el Congreso: el denominado ‘Fondo de Sostenibilidad del Sistema Eléctrico’, que traslada a las petroleras y gasistas el coste del despliegue de renovables que antes se incluía en la factura final de los consumidores.
Se trata de una de las múltiples medidas de Moncloa para intentar paliar el impacto en los consumidores finales del descontrol del mercado eléctrico. Según las previsiones del Gobierno, este anteproyecto pretende reducir en un 16% la factura de la luz de los hogares. Pero esta medida provocará la subida de otras dos tarifas: la del gas y la de los derivados del petróleo, como es el caso de la gasolina. Un factor que se suma a la amenaza de los actuales precios del crudo.
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