La preocupación por las pensiones, latente en las calles principalmente desde febrero, se ha evidenciado en el barómetro del CIS en ese mes, aumentando más de tres puntos y alcanzando su mayor cota en los últimos treinta años. Concretamente, el 8% de los españoles considera que el estado actual de estas prestaciones públicas es uno de los principales problemas del país, frente al 4,8% que lo pensaba en enero.
Los jubilados han salido a las calles para manifestar su descontento con la subida del 0,25%, que consideran "insuficiente" y el Pacto de Toledo ya retomó el miércoles las negociaciones sobre la controvertida reforma de 2013, basada en la revalorización de las pensiones (que fija un máximo y un mínimo de prestación) y en el factor de sostenibilidad (que liga las pensiones a la esperanza de vida y las reduce poco a poco).
A la cabeza de esta encuesta continúa el paro con un 65,5%, pero además de las pensiones también ha aumentado la preocupación por la corrupción (38,7%) y por la sanidad (12,7%). La independencia de Cataluña, sin embargo, pierde puestos entre las prioridades de los españoles y ha quedado relegado al quinto puesto.