La presión de Carrefour, que ya ha lanzado su campaña con una cesta con precios topados, obliga a sus competidores a moverse con rapidez. Mercadona, DIA, Lidl o Eroski estudian estos días de qué forma hacer frente a la estrategia de la francesa, en la que la propia vicepresidenta Yolanda Díaz se ha apoyado para que su propuesta sobre el tope de precios salga adelante.
"En base a lo que ha decidido Carrefour, tendremos que tomar decisiones. Hay que responder", asumen fuentes de una de estas grandes cadenas, consultadas por Vozpópuli. El gigante francés no es un competidor inofensivo. Con un 9,6% de cuota de mercado -datos de Kantar de julio-, Carrefour es la segunda cadena con más clientes en España. La tercera, Lidl, le sigue todavía bastante por debajo, con un 6,2%, y por encima sólo se sitúa Mercadona, que se mantiene imbatible con un 25,2%.
Díaz lanzó el anzuelo a los supermercados apelando a un "acuerdo" con los consumidores, pero la agresiva competencia hará el resto. Tanto el equipo de la vicepresidenta segunda como el del ministro de Consumo, Alberto Garzón, son conscientes de ello. Por eso, y a pesar de que la reunión con el sector está prevista para el lunes, los dos han movido ficha y este jueves se sentaban ya con la cúpula de Carrefour en España. Con su apoyo a la iniciativa, Díaz y Garzón cuentan con que el resto de las cadenas no tendrán más remedio que igualar -o mejorar- su oferta para no perder clientes.
En la reunión mantenida con el gigante francés, Díaz y Garzón pusieron sobre la mesa sus "propuestas" para esta cesta de precios topados, aplicables para todas las cadenas: que los precios estén congelados hasta después de Navidad y que los productos seleccionados sean "saludables" (carne, pescado, huevos, fruta y hortalizas), así como que incluyan opciones para personas celíacas.
En su comparecencia posterior, los ministros insistieron en que estas propuestas son sólo recomendaciones, y que las empresas plantearán ofertas comerciales privadas en las que pueden incluir los productos que consideren más allá de la alimentación, como los de limpieza o higiene. Unos productos seleccionados con precios limitados que, según recalcaba este jueves la ministra de Trabajo, "tiene que ser a costa de los márgenes empresariales de estas grandes superficies", y no "de los productores o del pequeño comercio".
No solo Carrefour: las cadenas compiten a precio
De hecho, en los despachos de estos gigantes del consumo llevan semanas trabajando en estrategias destinadas a captar clientes en base a los precios bajos. Los ejemplos son varios. A finales de agosto, Eroski lanzaba su campaña "Suma ahorro", publicitando 800 productos de su marca blanca con los que, según sus cálculos, el consumidor se ahorra un 35% respecto a otras marcas. DIA, por su parte, anunciaba que se preparaba para la "cuesta de septiembre" insistiendo en que la elección de sus productos de marca propia "conlleva un ahorro medio de entre el 20-25% en el gasto anual de un hogar español".
De salir adelante la iniciativa que propone Díaz, basada en la selección por cadenas de entre 20 y 30 productos de alimentación a un precio topado, es evidente que la marca propia de las cadenas jugará un papel esencial. No en vano, esta marca de distribuidor ya supera la mitad de las cestas de alimentación españolas, un hito que no se había alcanzado ni siquiera durante la crisis de 2008.
Aunque las empresas prefieren mantener un perfil bajo hasta el lunes, cuando las patronales Asedas, Anged y Aces acudirán a la reunión con Díaz y Garzón, ya dan por hecho que el movimiento de Carrefour traerá consigo otros. Del mismo modo, las fuentes consultadas coinciden: "Habrá que ver qué hace el líder del mercado".
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