El Tesoro tendrá que emitir un nuevo préstamo de 15.000 millones para pagar las pensiones en 2018. Es la segunda vez que esto ocurre en España. El año pasado, el préstamo fue de 10.000 millones. Hasta que comenzó la crisis, los ingresos por cotizaciones eran suficientes para hacer frente a todos los gastos del sistema, incluso en verano o en navidad cuando tocaba pagar la mensualidad de turno y la paga extra correspondiente. Pero en 2011 el sistema entró en déficit y el Gobierno se vio obligado a recurrir al Fondo de Reserva al menos dos veces al año para pagar las extras.
De ahí que el Fondo haya pasado de los más de 66.000 millones que llegó a tener en su mejor momento de 2011 a quedarse en solo 8.000 millones. De hecho, hoy ni siquiera tiene fondos para afrontar una paga extra entera, que suele costar unos 9.000 millones. Por eso, el Gobierno tiene emitir deuda que antes no emitía para hacer un préstamo a la Seguridad. En total, ha pedido va a pedir a los mercados más de 25.000 millones en dos años, lo que eleva la factura de la deuda por ciudadano en 540 euros.
El Gobierno dice siempre que esta nueva forma de pagar las pensiones no tiene efectos en el déficit y ni en el ratio de deuda. Y en parte es cierto, pero no porque no impacte en la deuda, sino porque también lo hacía cuando se sacaba de la 'hucha de las pensiones'. Y es que el dinero del Fondo se considera un activo del Estado (está invertido en deuda pública) y la deuda se calcula restando al total los activos del Estado. Cuanto menos activos, más deuda. Hoy lo que se hace es pedir el dinero directamente a los mercados, así que también sube la deuda.
Si el sistema sigue en déficit el Gobierno tendrá que seguir tirando de deuda para pagar las pensiones
Vamos, que se cambia la forma de financiar el agujero, pero sigue subiendo la deuda. Y ahora nos resulta muy sencillo cuantificar el impacto. Si sumamos los dos préstamos (unos 25.200 millones) y lo dividimos entre los ciudadanos que tiene España (alrededor de 46,5 millones), podemos decir que recurrir al mercado para conseguir dinero para pagar las pensiones va a elevar la factura de la deuda por ciudadano en unos 540 euros.
Al menos de momento, porque todo apunta a que el sistema va a seguir en déficit unos cuantos años, lo que seguirá obligando al Estado a recurrir a este tipo de préstamos hasta que se equilibre el sistema. Por ejemplo, las previsiones del Banco de España estiman que el sistema seguirá desfasado hasta finales de la próxima década, lo que supondría unos diez años de préstamos de entre 15.000 y 20.000 millones para hacer frente a las extras.
Aunque la situación podría evolucionar mejor de lo previsto si el Gobierno finalmente se anima a hacer una reforma del sistema y si los partidos le ayudan a conseguirlo. Razones para intentarlo no faltan y el momento es adecuado. El Pacto de Toledo trabaja en la redacción de sus recomendaciones para la próxima reforma. Y los partidos empiezan a centrar el tiro en este tema. El PSOE, por ejemplo, ha decidido recurrir a la crisis de las pensiones para retomar la agenda social en sus asambleas con los militantes.
La reforma pendiente
Parece que las dos últimas reformas van a ser conseguir contener algo el gasto del sistema, pero algunos de los cambios amenazan la suficiencia del mismo, como el índice de revalorización que ha sustituido al IPC, que va a hacer que las pensiones permanezcan casi congeladas durante una década, mientras se recupera el equilibrio.
Y aunque el PP podría estar dispuesto a modificar algo el índice de revalorización actual, pero sin volver al IPC, aún quedaría pendiente el reto del envejecimiento de la población. Lo población española envejece a pasos agigantados y va a suponer sin duda un gran reto para el sistema de pensiones.