El gasto público del Estado llegó en mayo al 29,7% del presupuestado para todo el año (399.175 millones), cuando Pedro Sánchez convocó las elecciones generales del 23-J tras las autonómicas y locales; y alcanzó en junio, en la mitad de año, el 38%, cuando se celebraron. Se trata de los porcentajes históricos de ejecución más bajos desde que hay series estadísticas, a excepción de 2021 como consecuencia de los efectos de la inacción originados por la pandemia.
Ese 38% de ejecución, según los datos de la Intervención General del Estado, es dos puntos inferior a la del año pasado (40,2%), nueve puntos más baja que la de 2020 (47,1%) en la primera fase de la crisis sanitaria y económica; y está muy lejos de la media de casi el 43% que viene produciéndose desde 2004 (últimos datos disponibles) o del 48,6% del récord registrado en 2015.
De esta forma, el Gobierno ha alcanzado, ante el 23-J y el debate de la formación del nuevo Ejecutivo, unos bajos niveles de déficit (1,71% del PIB frente al 1,94% en junio del año anterior), a pesar de que los ingresos tributarios han reducido su evolución. En junio registraron un alza del 12% frente al 28% del mismo mes del año anterior con una tasa ya negativa de recaudación del IVA y un descenso importante por IRPF.
Esta minoración en la ejecución del gasto en la primera parte del año (obligaciones reconocidas netas, mientras que los pagos realizados no llegan ni al 36%) se concentra sobre todo en los ministerios sociales, inversores y económicos. Por áreas de gasto, son los departamentos que tienen encomendadas las “actuaciones de carácter económico” los que menos presupuesto han empleado (18,7%). Por ejemplo, el gasto destinado a la inversión, desarrollo e innovación digital sólo ha alcanzado en este periodo el 10,8% del crédito anual mientras que la industria ha llegado al 16,4%; el destinado a “Infraestructuras y Ecosistemas Resilientes” se ha situado en el 21,7%; y el utilizado para activar el comercio y el turismo se ha quedado en el 30,5%.
Por su parte, los ministerios destinados a la “producción y servicios de carácter preferente” (Sanidad, Educación y Cultura) han alcanzado el 25,6% del gasto previsto en el año. Lo que significa que en medio ejercicio se ha consumido sólo una cuarta parte del presupuesto a pesar de su interés social. Mientras, los departamentos que prestan los servicios básicos (defensa, política exterior, justicia o seguridad ciudadana) o que generan actuaciones de protección y promoción social (pensiones, servicios sociales, fomento del empleo, acceso a la vivienda o inclusión social) han llegado al 36%.
La única área de gasto que sube por encima de la media es la relativa a las denominadas “actuaciones de carácter general”. Se ha aproximado al 40%, es decir, dos puntos por encima de la media. Aquí se encuentran curiosamente los organismos constitucionales y el Gobierno, con el 51% del presupuesto de gasto realizado (son sobre todo las nóminas); la administración financiera y tributaria (43%) y la deuda pública (con casi el 42% del gasto).
Ejecución por ministerios
Por ministerios, el de Igualdad sólo ha alcanzado el 8,6% del presupuesto en la mitad del ejercicio mientras que, sorprendentemente, el de Asuntos Económicos y Transformación Digital, que se supone encargado de iniciar el cambio de modelo productivo del país con los fondos europeos, se ha quedado en el 9,3%. Por su parte, Sanidad ha alcanzado el 10,3%, Industria, Comercio y Turismo se ha estancado en el 16%; Trabajo no ha llegado al 18%; Política Territorial supera levemente el 19%; Ciencia e Innovación se ha limitado al 22,4%; y, por ejemplo, Transportes, el ministerio inversor por excelencia, se ha quedado en el 23,3%. Sólo cinco ministerios de los 22 existentes han registrado un gasto superior a esa media del 38%: Agricultura (54%); Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha superado el 50%; Interior ha alcanzado el 46,3%; y Justicia se ha situado en el 43%.
Por programas de gasto, se observa el detalle de esta atenuación presupuestaria ante las elecciones. Muchas de las partidas limitadas corresponden a gasto productivo e incluso asociado al presunto cambio de modelo económico. Así, en Exteriores llama la atención que el Programa de Cooperación al Desarrollo sólo se haya ejecutado un 1,3%; el de Digitalización de la Justicia se ha quedado en el 26,7%; el de Modernización de Defensa sólo ha llegado al 14,5%; los Incentivos Regionales a la Localización Industrial de Hacienda no han superado el 25% de ejecución; Interior se ha quedado en el 21% del Programa de Protección Civil; y Transportes sólo ha liquidado el 29% de las Subvenciones al Transporte Terrestre y también Marítimo y el 9,2% de las Ferroviarias mientras que a Promoción y Rehabilitación de Viviendas ha utilizado sólo el 23,7%.
Por su parte, Educación ha cumplido en este periodo el 0,2% del Programa de Formación Profesional para el Empleo (el presupuesto es de casi 1.200 millones y sólo ha gastado 2,9 millones), mientras que la Inversión en Centros Educativos se ha estancado en el 4,1% y el Programa de Educación Secundaria no llega ni al 10%; y Trabajo sólo ha cumplido el 9,5% de Programa de Desarrollo del Trabajo de Autónomos mientras que no ha dedicado un solo euro al Plan Integral de Economía Social Integradora de Tejido Económico.
Además, Industria no ha empleado nada de los 1.000 millones de créditos de que dispone para el Impulso a la Competitividad; sólo ha gastado 20 millones (1,9%) de los casi 1.100 que tiene para la Internacionalización de las Pymes; y de los más de 4.000 millones previstos para el Impulso de la Competitividad Sostenible Industrial sólo ha usado 715 millones (17,7%); y por si fuera poco, sólo ha cubierto el 2,4% del Programa de Promoción del Turismo.
El ministerio que más cumple
Agricultura es el departamento con mayor grado de cumplimiento presupuestario hasta junio (casi 54%), gracias a Programas como el de Desarrollo Rural (se ha realizado el 84% de los 182 millones previstos) buscando probablemente el voto de la España vaciada, y al de Transferencias y Libramientos que ha agotado ya el 87% de los créditos definitivos. Pero se ha dejado en el tintero la ejecución, por ejemplo, del Plan de Gestión de Recursos Hídricos para Regadíos (sólo ha cumplido el 9,5%) o el de Mejora de la Estructura Pesquera (7,5%).
Del Programa de Empleo Joven del ministerio de Política Territorial se ha cumplido un 19%. Transición Ecológica y Reto Demográfico se ha olvidado de iniciar el Plan de Incentivos de Instalación para Recarga de Vehículos Eléctricos, que cuenta con un presupuesto de 455 millones; y lo mismo ha sucedido con el Programa de Rehabilitación Energética de Edificios (300 millones) o el de “Hidrógeno Renovable, un proyecto de país” (673 millones).
En Cultura, el Programa de Promoción y Cooperación Cultural sólo llega al 9,8% y el de Fomento de las Industrias Culturales se ha situado en el 4,3%. En Presidencia, el Programa directo de Sánchez ha consumido en el 17% del gasto presupuestado mientras que el de Memoria Democrática se ha quedado en el 5%. En Sanidad, destaca que el Plan de Ayuda a la Recuperación para la Cohesión se haya cumplido sólo en un 12% (135 millones de los 1.117 millones de créditos definitivos) mientras que el de Prestación Sanitaria y Farmacia se ha quedado en el 1%.
En Asuntos Económicos, no se han utilizado aún los 1.443 millones del Programa de Emprendimiento I+D+I Digitalización ni los casi 1.200 millones del PERTE Chip Fortalecimiento del Sistema Científico, y sólo se ha alcanzado el 1,5% de gasto de los 1.186 millones del Programa de Despliegue de Redes 5 G. Mientras, el cumplimiento de su Programa de Previsión y Política Económica ha alcanzado el 72%, quizá porque este departamento ha tenido que hacer más números ante el 23-J.
En cuanto a Derechos Sociales, el Plan de Apoyos y Cuidados de Larga Duración sólo ha llegado al 7% mientras que la Atención a la Infancia y la Familia se ha limitado al 5%. El ministerio de Igualdad, el de menor cumplimiento de gasto en este periodo, sólo se ha gastado 8 millones (3%) de los 259 presupuestados en Actuaciones para la Prevención Integral sobre la Violencia de Género y ha empleado 4 de los 204 millones con que cuenta para Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres. Por su parte, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones sólo ha cumplido el 2,8% de sus Actuaciones en favor de Inmigrantes. Y el ministerio de Universidades sólo ha gastado el 25% de su presupuesto para Investigación Científica.
Que el uso de estos créditos ha tenido una connotación electoral lo demuestra otro dato: el gasto en transferencias a las autonomías por participar en los ingresos del Estado hasta junio ha sido del 13% (las elecciones no se celebraron en cinco comunidades, entre ellas Cataluña y País Vasco, donde se ubican algunos los socios del Gobierno), mientras que dichas Transferencias a las Corporaciones Locales (los comicios se realizaron en todos los municipios) superaron el 49%.
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