El Ministerio de Hacienda calcula que la subida de pensiones rondará el 8,5% en 2023; es decir, en el año electoral. Esta cifra, no obstante, se concretará con la inflación de noviembre. Así lo ha asegurado la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros que ha aprobado el proyecto presupuestario para 2023.
Montero ha recordado que las pensiones subirán conforme al IPC, tal y como se acordó en el Pacto de Toledo, lo que elevará esta partida presupuestaria en un 11,4%. La subida concreta, según ha insistido la ministra, no se conocerá hasta que se conozca la inflación de noviembre, pero el Gobierno estima que se situará en el "entorno del 8,5%".
Si la previsión de la ministra se confirma, el gasto extra en pensiones se acercará a los 15.300 millones en 2023 por ligarlas a la inflación de 2022, de acuerdo con la reforma de José Luis Escrivá. Si se añade el coste extra de la subida salarial a los funcionarios del 3,5%, de cerca de 5.158 millones, el montante se eleva a 20.458 millones.
Previsiones de inflación
El Gobierno no ofrece previsiones de inflación, pero estima ahora que el deflactor del consumo, el indicador que más se le parece, se situará en el 7,7% este año, desde el 7,8% que calculaba el 26 de julio, en su última revisión a la baja de previsiones, y desde el 6,1% que calculaba el 29 de abril. Asimismo, eleva el de 2023 al 4,1%, desde el 2,9% a finales de julio y el 2,1% de finales de abril.
Esto implica que estima una inflación media del 7,7% en 2022. Es decir, inferior al 8,5% que ha estimado este martes Montero. El sobrecoste de las pensiones se sumará a la abultada factura extra que se está pagando en 2022, en la que se incluye la última paguilla, la paga compensatoria por la desviación de precios de 2021. Con un IPC del 2,5%, un cálculo conservador sitúa la factura extra en 2022 en más de 6.000 millones de euros, a los que sumar cerca de 15.300 millones más en 2023 con la previsión del Gobierno.
Pero es que la factura va más lejos, advierte José Antonio Herce, consultor en longevidad y pensiones en LoRIS, para lo que considera que "no hay caja suficiente". Y es que cada extra de cada ejercicio tiene efectos en años siguientes mientras sigan en el sistema los pensionistas que lo reciben en un ejercicio. En 2023, por ejemplo, la paguilla de 2022 consolida. Y si se totalizan las cifras, las sumas devienen más que mareantes.
Reparto del IPC desigual
El Gobierno mantiene inamovible su plan de que los pensionistas no asuman parte del sobrecoste por la espiral de la inflación. Ni siquiera las pensiones más altas ni de forma transitoria. A su juicio, esto debe repartirse entre trabajadores, empresas y funcionarios. Y acaba de cerrar su oferta al Sector Público, con un crecimiento de un 3,5% en 2023, lo que supondrá un gasto extra de cerca de 5.158 millones de euros, que se añade también en 2022 en forma de una paguilla extra que redondee el 2% que había cerrado para este año.
La propuesta que ha hecho Hacienda a los sindicatos es subir los salarios un 3,5% también en 2023 (con una subida fija del 2,5% y otra variable) a la que se sumará otra más del 2,5% en 2024, en total, una subida del 9,5% repartida en tres años, propuesta que han aceptado CCOO y UGT pero no CSIF.
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