Las baterías para los vehículos europeos fabricadas en Europa podrían ser hasta un 60% menos contaminantes que las que proceden de China, consiguiendo que unas cadenas de suministro para la industria radicadas en el Viejo Continente sean menos dañinas para el planeta que una cadena controlada por el gigante asiático, según el último informe de Transport & Environment.
Producir localmente la demanda europea de células y componentes de baterías ahorraría unas 133 toneladas métricas (Mt) de dióxido de carbono (CO2) entre 2024 y 2030. En la actualidad, el 95% del mercado de los acumuladores para baterías eléctricas está dominado por marcas de origen chino, entre las que CATL se erige como el mayor de los proveedores.
Sus previsiones en 2025 pasan por alcanzar una capacidad total instalada de 670 gigavatios hora (GWh) anuales, lo que supone dos tercios de toda la producción europea proyectada para finales de la actual década.
No obstante, menos de la mitad (47%) de la producción de baterías de iones de litio prevista para Europa hasta 2030 está asegurada, según el informe, lo que supone un incremento de un tercio respecto de los números de hace un año.
El 53% restante de la capacidad de fabricación de baterías todavía corre un elevado riesgo de retrasarse, reducirse o cancelarse, avisa la industria, si no se ofrecen más ayudas públicas al desarrollo de la nueva movilidad.
"Las baterías y los metales que contienen son el nuevo petróleo", señalan desde la plataforma Transport&Environment (T&E), al tiempo que añaden que Europa "necesita mejores instrumentos para apoyar las inversiones en gigafactorías".
A la cabeza en renovables
A pesar de ser el tercer país en capacidad de producción de energía renovable, España se encuentra junto a Finlandia, el Reino Unido y Noruega entre los países con un mayor riesgo de ver mermados los proyectos de crecimiento del sector de la movilidad eléctrica por la falta de apoyo financiero.
Sin embargo, Francia, Alemania y Hungría han logrado los mayores avances con el levantamiento de nuevas fábricas para incrementar la capacidad de producción gracias a las "generosas subvenciones gubernamentales".
Al tiempo, T&E avisa en su informe de que asegurar las diferentes secciones de las cadenas de producción de las baterías será "complicado" por el dominio de China en el mercado y la "inexperiencia" de la Unión Europa (UE).
El bloque comunitario tiene el potencial de fabricar hasta el 56% de su demanda interna de cátodos -los componentes más valiosos de una batería- para 2030. El reto está en que hasta ahora solo dos plantas han iniciado sus operaciones comerciales.
Para finales de esta década, la región también podría satisfacer todas sus necesidades de litio procesado y asegurar que entre el 8% y el 27% de los minerales de las baterías se reciclen en Europa.
"La UE necesita poner fin a cualquier incertidumbre sobre la eliminación gradual de los motores de combustión y establecer objetivos corporativos en la industria para asegurar a los inversores de las gigafábricas que tendrán un mercado garantizado para su producto", ha advertido Poliscanova.
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