Donald Trump será investido este viernes presidente de Estados Unidos. La llegada del polémico magnate a la Casa Blanca va a marcar sin duda el inicio de una nueva era en el panorama económico mundial. Y podría suponer el fin de la globalización tal y como la conocemos hoy en día. ¿Cuáles van a ser las consecuencias de su mandato? Lo cierto es que hoy hay muchas incertidumbres al respecto. Ni si quiera el Fondo Monetario Internacional (FMI), el organismo que maneja los hilos de la economía mundial, puede predecir su impacto.
Este mismo lunes publicó la actualización de su informe 'Perspectiva de la economía mundial' y reconoció que no será capaz de calibrar el impacto de Trump hasta la primavera, cuando el nuevo presidente lleve ya unos meses en el poder y se sepa si va a cumplir todas las promesas que hizo en campaña. Y es que la institución que dirige Christine Lagarde confiaba, como muchos otros organismos, en que Trump suavizara poco a poco su discurso. Lejos de hacerlo, el empresario incluso se ha radicalizado más desde que ganó las elecciones el pasado noviembre.
Ya ha amenazado a algunas empresas, muchas de ellas pertenecientes al sector automovilístico, con la posible imposición de aranceles, no ha dado pasos atrás en la construcción del muro en la frontera con México y pretende revolucionar las relaciones con otras potencias como China. En paralelo, tiene en mente un ambicioso plan de inversiones en Estados Unidos y una agresiva política fiscal que puede impulsar el PIB nacional.
El FMI cree que la economía estadounidense seguirá creciendo en 2017, pero no sabe lo que puede pasar a largo plazo
De hecho, Trump accederá a la Casa Blanca con una de las mejores situaciones económicas de los últimos años. Y las cosas seguirán mejorando. La economía estadounidense pasará de crecer un 2,3% este año a aumentar un 2,5% en 2016, según las previsiones del FMI, que basan su previsión en el impulso a la política nacional que pretende el recién estrenado presidente. ¿Cuál es el problema? que las medidas de Trump serán positivas para la economía nacional en el corto plazo, pero no se puede calibrar su efecto más adelante.
Tampoco se pueden descartar cambios anticipados en la política de Reserva Federal, que tan fundamental ha resultado en la recuperación económica de EE.UU. Una decisión de esta magnitud podría presionar a Europa para que siguera por el mismo camino antes de tiempo. Aún así, este mismo jueves el BCE decidió mantener sin cambios los tipos de interés en el 0% y el volumen de compra de activos en 80.000 millones de euros al mes hasta finales del próximo mes de marzo.
Protagonista en Davos
Por todo esto, Trump ha sido uno de los temas clave de la última edición del Foro Económico Mundial celebrado estos días en Davos (Suiza). Bajo el lema 'El mundo está cambiando a una velocidad sin precedentes', el foro se ha convertido en un escenario un tanto surrealista por el que han desfilado personalidades tan contrapuestas como el presidente de China, Xi Ping, la primera ministra británica Theresa May, el vicepresidente saliente de EEUU, Joe Biden y el enviado de Trump, Anthony Scaramucci.
Y casi todos han hecho referencia en sus discursos a la nueva política de Trump. No es para menos, puesto que las restricciones que plantea respecto al comercio mundial podrían tener un impacto sin precedentes en la economía global y la incertidumbre ha ido aumentando según se ha acercado la fecha de la investidura. Es posible que la actividad de los socios de Estados Unidos se vea muy afectada por esta política en el futuro. Se habla incluso de la posibilidad de una guerra comercial, un peligroso escenario que convendría evitar.
La llegada del nuevo presidente ya ha impulsado decisiones en algunas marcas automovilísticas
De hecho, la era Trump ya está teniendo sus primeras consecuencias dentro de Estados Unidos. Empresas como General Motors, Hyundai y KIA ya han cedido a la presión pública y sin precedentes del magnate y han anunciado fuertes inversiones en Estados Unidos. De hecho, han sido las últimas en unirse a Fiat Chrysler o Ford, que llegó incluso a cancelar la creación de una nueva planta en México prevista para 2020 por las amenazas del empresarios. La planta iba a generar 2.800 empleos.
Queda pendiente, eso sí, el futuro de los grandes acuerdos comerciales internacionales. Los analistas advierten de que cualquier paso atrás en este sentido podría acabar ralentizando el crecimiento global. De momento, Trump ya anunció su intención de retirar a Estados Unidos del Tratado Transpacífico (TPP) de Comercio y ha dejado en el aire el controvertido TTIP que lleva ya años negociándose. A partir de este mismo viernes empezarán a despepejarse las incertidumbres.
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