Más de 15.000 millones de euros entrarán en vena en la economía estas navidades y esta vez no será para bancos en quiebra, ni eléctricas reivindicando déficits, ni inversores exigiendo primas: se trata de familias y pymes. Si se suma el importe del último pago a proveedores y la paga extra a funcionarios que volverá el próximo mes, estas fiestas van a ser mucho más desahogadas que el pasado año para mucha gente. Y la economía lo notará.
El pasado martes, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aclaró que el ("¡último!") Plan de Pago a Proveedores, cuyos pagos comenzaron hace menos de dos semanas, se habrá liquidado “en los primeros día de diciembre”, con una cifra que el ministro situó en 11.563 millones de euros en total. Aunque fuentes cercanas a Hacienda lo situaban en el entorno de los 13.000 millones, el importe sigue siendo espectacular: dará oxígeno a 29.000 proveedores, un 98% autónomos y pymes.
Además, estas fiestas habrá por fin paga extra para los empleados públicos, independientemente de que la del pasado año se pueda devolver en 2015. Esto supone otros 5.400 millones de euros que tendrán en sus cuentas corrientes personas físicas. Los Reyes se portarán mejor este año, sin duda.
Las fuentes que han facilitado las tablas adjuntas señalan que “la práctica totalidad de la paga a empleados públicos se destinará a consumo, mientras que el pago a proveedores se redistribuirá en parte para que las empresas afronten otros pagos y acumular liquidez”. Sin embargo, “de estos pagos pendientes, otro tanto irá a consumo”.
Más de 100.000 empleos
¿Qué efectos puede tener en la economía? Difícil de cuantificar, pero positivos. De momento, la compañía de trabajo temporal Adecco ya ha dicho que, por primera vez, estas Navidades la contratación en el sector minorista mejorará por primera vez en dos años, con la creación de 110.000 empleos temporales, cifra que otras publicaciones como el diario Expansión elevaban a 200.000, después de sondear a las principales cadenas de distribución.
Como puede verse en la tabla adjunta, el índice de actividad minorista está mejorando sensiblemente en los últimos tiempos. No para tirar cohetes, pero al menos confirman que se ha tocado fondo, algo en lo que ya parece haber consenso general. Los últimos en afirmarlo han sido los expertos de Ahorro Corporación quienes ayer, en su presentación de perspectivas para 2014, vaticinaban crecimiento del 1% y estancamiento en el empleo.
“El proceso de corrección de los desequilibrios sigue su marcha”, explicaban, aunque destacaban que todo está todavía cogido con alfileres y hacen falta más reformas.
El empleo es la gran incógnita pero, de momento, el dinero sigue entrando en la economía española, como puede verse abajo. Si en los ejercicios anteriores se comprueba que el único dinero que entró en la economía procedía del Banco Central Europeo (BCE), (tabla verde), quedándose en los bancos para que compraran deuda pública, ahora ya no es así.
Las compañías domésticas están comenzando a invertir fuera con intensidad y el capital ha vuelto en la segunda mitad del año, lo cual perfila ya un claro pico ‘rojo’ (inversiones extranjeras directas, indirectas y de cartera), que no arrojaban saldo positivo desde 2009.
Eso está lejos de haber finalizado. Se puede ver en las últimas colocaciones realizadas en mercado (desde la ampliación de capital de Sabadell, hasta la colocación de acciones de CaixaBank por parte de La Caixa o la venta de inmobiliarias de Santander, Popular o Bankia), pasando por el dinero creciente en fondos de inversión, procedente en gran medida de repatriaciones.
Las previsiones moderadamente optimistas deberán cristalizar, pero al menos, todo apunta a que mucha gente en España pasará mejores fiestas navideñas, no sólo los bancos, que se quedan el dinero y no dan crédito. A familias y pymes llega directamente a la cuenta corriente un 1,5%, aproximadamente, del PIB.
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