Sin duda la fábrica de Vigo del Grupo PSA pasa por un buen momento ajena a los muchos problemas que viven otras emblemáticas como la de Ford en Almussafes (Valencia). Tras haber sido adjudicada con un nuevo modelo, la segunda generación del exitoso Peugeot 2008, uno de los SUV más vendidos de su segmento, la producción de esta planta gallega va a aumentar de manera notable en los próximos meses. Y para ello, acaba de incorporar a 600 nuevos trabajadores para incrementar la cadencia de producción del nuevo SUV de Peugeot.
Estos 600 nuevos trabajadores se incorporan a la primera de las dos líneas de la planta de Balaídos, en la que también se ensamblan el Peugeot 301 y el Citroën C-Elysée. Pero las buenas previsiones de la fábrica viguesa ha hecho que los responsables de la planta de PSA hayan anunciado que a estos 600 nuevos puestos de trabajo se unan otros 600 más a partir del próximo mes de enero. 1.200 nuevos puestos de trabajo en total gracias a esta esperada adjudicación.
Y es que la planta de Vigo de la multinacional gala comenzó a producir en serie a principios de octubre el 2008, un SUV compacto que se produce tanto en sus versiones de motor de combustión (diésel y gasolina) como 100% eléctrico en la misma línea de montaje, y que saldrá al mercado a finales de este mismo año.
La adjudicación del 2008 a Vigo supone más de 400 millones de euros para los diferentes proveedores gallegos
El objetivo es ir aumentando la cadencia de forma progresiva hasta ensamblar a un ritmo de 650 unidades al día en diciembre de este nuevo modelo, y a partir de ahí podría ser incluso mayor si la respuesta en el mercado es positiva, según explicó el director de la fábrica, Ignacio Bueno, quien calcula que el Peugeot 2008 aglutinará el 45% de la producción total de la fábrica de Vigo y habrá en torno a 2.500 empleos relacionados con este modelo.
600 millones de inversión
PSA prevé que su producción alcance un volumen de 250.000 vehículos al año, un modelo que fue adjudicado a Vigo, según el director de la fábrica, gracias a su nivel de competitividad, y al compromiso de la plantilla, los proveedores, el Centro Tecnológico de la Automoción (CTAG) y las administraciones. Una adjudicación que tiene mayor merito por cuanto el anterior 2008 se fabricaba en Francia, habiendo trasladado su producción a España.
Bueno ha destacado la importancia de este nuevo modelo para Galicia, pues su fabricación está vinculada no sólo a esos 2.500 puestos de trabajo antes comentados, sino a la generación de una cifra anual de negocio de 450 millones de euros para los diferentes proveedores gallegos. "Hecho en Vigo es un sello de calidad y eficiencia indiscutible", ha presumido Ignacio Bueno quien, no obstante, ha llamado a "seguir trabajando" para afrontar los "desafíos" futuros de la planta de Vigo, en la que, solo en los últimos años, se han invertido 600 millones de euros.
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