Los partidos tenían la esperanza de que la reunión de este miércoles del Pacto de Toledo sirviera para cerrar de una vez la recomendación sobre la revalorización de las pensiones, pero una vez más se ha quedado en un mero intento. Las posturas siguen alejadas, es más, el PSOE ha dado un pequeño giro y está más dispuesto que nunca a aceptar que el IPC no sea la única referencia para subir las pensiones.
El PSOE se aferraba claramente al IPC cuando aún gobernaba el Partido Popular. Afirmaba entonces que era el único índice capaz de asegurar el poder adquisitivo de las pensiones. Hoy su discurso ha cambiado un poco y Podemos y ERC se han quedado solos en esta tesis. Para el PSOE, ahora es más importante el consenso y conseguir acomodar todas las posiciones que hay en el Pacto de Toledo.
El problema es que, a pesar de que todos los partidos coinciden en la necesidad de recuperar el IPC, hay dos posiciones claramente diferenciadas en la Comisión: los partidos que quieren que la inflación sea el elemento medular a la hora de actualizar las pensiones, pero que se combine con otros como el crecimiento del PIB y los salarios, y los que quieren que el IPC sea un mínimo asegurado y que se pueda mejorar a partir de ahí con otros indicadores.
El cambio del PSOE
Hasta hace no mucho, PSOE se alineaba con Podemos, ERC y Compromís en la segunda opción. Hoy su posición no está tan clara. La portavoz socialista en el Pacto, Mercè Perea, ha sido la primera en hablar tras la reunión de este miércoles y ha dicho que el IPC debe ser un elemento troncal, pero no ha querido hablar de mínimos.
De hecho, ha centrado gran parte de su discurso en la necesidad de llegar a acuerdos para recuperar la confianza de la ciudadanía, lo que pasa por intentar acomodar todas las posiciones en una redacción que asegure el poder adquisitivo de las pensiones. Pero sin mojarse respecto al IPC. De hecho, ha recordado que en otros países no solo se usa la inflación, sino también otros indicadores que se tienen en cuenta a la hora de actualizar las pensiones.
Para el PSOE, la redacción de la recomendación tiene que ser suficientemente clara para no dar lugar a errores, pero otros partidos como PP y Ciudadanos son más partidarios de una recomendación abierta que permita al Ejecutivo de turno actuar libremente dentro de unos márgenes.
Podemos ha planteado una nueva redacción de la recomendación que los partidos estudiarán esta semana
Lo cierto es que los partidos han llegado a la reunión de este miércoles con una propuesta debajo del brazo redactada por el propio PSOE que había conseguido bastante consenso este fin de semana. La propuesta incluía estos tres factores que ya hemos mencionado e incluía al diálogo social en la actualización de las pensiones. El acuerdo parecía más cerca que nunca, pero Podemos ha sorprendido con una nueva redacción de esa misma propuesta que es la que van a estudiar los partidos a lo largo de esta semana.
Así que las negociaciones continuarán. Curiosamente, casi todos los portavoces sostienen que hay avances y ven posible el acuerdo, pero Podemos ha dejado bastante claro que no firmará la recomendación si no se asegura, como mínimo, el IPC. Una de las opciones es que todos los partidos menos Podemos y ERC firmen la recomendación y estas dos formaciones emitan un voto particular para dejar clara su postura.
Lo que está claro es que no va a ser sencillo. El Pacto de Toledo lleva ya dos años trabajando y sigue sin seer capaz de resolver esta cuestión. Ha superado numerosos bloqueos por baches políticos como la crisis catalana, las primarias del PSOE y las del PP. Pero es incapaz de ponerse de acuerdo en la más importante de las recomendaciones para reformar las pensiones: la revalorización. Y mientras la presión del sistema sigue aumentando.
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