El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, sigue su cruzada contra Ouigo por el hecho de que la compañía francesa mantiene una política de precios muy competitiva, con un abaratamiento de sus tarifas que desde luego benefician a los viajeros. Pero, para Puente, "hacia falta" su "puñetazo en la mesa" sobre los bajos precios de Ouigo, que, según el vehemente titular de Transportes, empujan al resto de operadores a pérdidas.
El ministro vuelve así a cargar contra Ouigo, la empresa pública francesa que presta servicio de trenes de alta velocidad en España, porque sus bajos precios arrastran a los competidores, entre ellos Renfe.
En una jornada organizada por Ep, Puente ha añadido que "todo esto hay que reconducirlo" y puede que su discurso en relación con este tema "haya sido un puñetazo en la mesa", pero hacia falta para que el sector pensara en su viabilidad.
Según informa Efe, los servicios jurídicos del Ministerio están estudiando la posibilidad de denunciar a Ouigo ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC): "No me gustaría llegar a esa situación y espero que seamos capaces de encontrar una salida para que el sistema sea mínimamente sostenible".
Puente augura un batacazo a Ouigo
Ha reconocido que es "duro" con Ouigo, pero se ha justificado diciendo que es una empresa de capital público (es filial de SNCF) y está compitiendo con dinero del Estado francés y arrastrando a otros competidores, como la italiana Iryo o la española Renfe, a bajar precios y a "grandes pérdidas".
La venta a pérdida es "insostenible a medio e incluso a corto plazo", ha dicho Puente, que ha añadido que los resultados de esta política se verán "antes del verano".
La bajada de precios a corto plazo "no tiene nada de malo" porque ha beneficiado al usuario, pero el problema es "la sostenibilidad del sistema".
Ese problema se agudiza cuando se trata de una empresa que compite a base de dinero público del Estado francés y está arrastrando a compañías como la italiana Iryo, que venía a España a competir en "una franja de calidad" y está forzada a bajar precios y a "grandes perdidas". También obliga a Renfe a tirar los precios.
La liberalización, tal como está planteada, "tiene una trampa" porque entra en los corredores que pueden ser rentables, "pero no en los enlaces con Extremadura, Teruel, Logroño, Burgos.. eso que lo haga Renfe", ha dicho Puente, que se plantea "hasta qué punto eso es libre competencia".
Ha afirmado que se ha reunido con su colega francés, al que "tampoco le gusta este modelo de liberalización". "A nosotros no nos gusta, pero hemos sido los más papistas" porque han entrado dos nuevos operadores de alta velocidad.
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