Sacar adelante los Presupuestos del Estado de 2018 tiene un precio: ganarse al PNV con el Cupo vasco. El Congreso ha aprobado este martes la tramitación por lectura única del acuerdo al que llegaron Moncloa y Euskadi que va a suponer una sustancial mejora de la ya privilegiada situación de la comunidad foral.
El acuerdo nace con una caducidad de cinco años y supondrá, según el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, "15 años de paz fiscal" para la comunidad foral. La verdad es que no le faltan motivos para la euforia, puesto que la cantidad del nuevo Cupo es casi un 40% menos de lo que el Estado ha exigido a País Vasco durante estos años.
Para entender mejor la situación, conviene explicar que el País Vasco es una comunidad foral que gestiona sus propios impuestos sin depender del Estado. Y el Cupo es la cantidad que paga cada año al Estado por la prestación de algunos servicios o para participar en algunos gastos comunes. Por ejemplo, sirve para financiar parte de los museos nacionales, la Corona, la política de defensa o las embajadas en exterior, entre otras cosas.
Sin cambios desde 2007
El Cupo se tiene que negociar cada 5 años, pero lo cierto es que no se ha renovado desde 2007 por falta de acuerdo. Desde entonces, el País Vasco ha pagado cerca de 1.500 millones cada ejercicio, a pesar de que considera que el Cupo debe estar más cerca de los 900 millones. De ahí que el ejecutivo vasco sostenga que ha pagado unos 1.600 millones de más.
Las dificultades para sacar adelante los Presupuestos de 2018 han obligado al Gobierno a ceder en las negociaciones después de tantos años. El nuevo Cupo que se aprueba definitivamente esta semana rebaja considerablemente la cantidad a pagar por parte de Euskadi, pero incluye un punto quizá aún más polémico que beneficia y mucho a la región.
El Estado compensará año a año la recaudación de IVA de País Vasco
Se trata de una compensación en el IVA por ser una comunidad que produce más de lo que consume y que por tanto genera consumo en otras comunidades. Ciudadanos, muy crítico con el nuevo Cupo, ha presentado una enmienda a la totalidad para intentar evitar esta inexplicable medida que hace que el resto de España pierda recaudación para financiar a Euskadi.
Y es que, de llevarse a cabo, País Vasco contará con el IVA en su territorio y con un porcentaje de lo que las empresas vascas vendan en el resto de España. Cuando, según la formación naranja, debería aportar más al ser más grande el mercado del que se benefician sus empresas que el consumo que se hace en su territorio de los productos de las empresas del resto de España.
La consencuencia de ambos ajustes es que el Cupo real se queda en negativo. Según los cálculos de la formación liderada por Albert Rivera, el País Vasco acaba recibiendo unos 300 millones por parte del Estado. Incluso puede haber otros ajustes favorables a las arcas vascas que hagan que la cantidad sea incluso mayor, como la deducción por el convenio de la construcción de la Y vasca.
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