Los últimos meses de Banco Popular fueron un camino plagado de piedras, en el que el primer gran obstáculo fue la reexpresión de las cuentas de 2016. El contenido de las actas del consejo, a las que ha tenido acceso este medio, refleja que la reexpresión estuvo a punto de ser reformulación, algo que hubiera podido acelerar el final del banco. Lo evitó una reunión de última hora entre Popular, PwC y la CNMV, en la que los argumentos de la auditora fueron admitidos por el supervisor.
La CNMV era más partidaria de la reformulación. El asunto fue puesto en conocimiento del consejo del Popular por parte de Emilio Saracho, expresidente, el 29 de marzo de 2017. El banquero avisó de incidencias encontradas en las cuentas de 2016 que "podrían ascender a 878 millones de euros". Los detectó Auditoría Interna y el banco avisó a PwC en la semana del 20 al 24 de marzo, y la auditora informó a "BCE, Banco de España y CNMV".
Saracho avisó de que lo que estaba en juego era hasta una "posible reformulación, así como sobre el aplazamiento o no de la junta prevista para el 10 de abril". "Lo peor sería tomar una decisión que cierre en falso el problema. Añade que la situación revela que no se conoce la situación completa del banco y ello impediría, de ser necesario, ponerlo a la venta o intentar una ampliación de capital", reflejan las actas sobre la intervención del presidente de Popular.
Siguientes pasos
El consejo se volvió a reunir un día después, el 30 de marzo, para comentar novedades, con el asesoramiento de Uría Menéndez, como era habitual. Acudió a la cita uno de sus primeros espadas, Luis de Carlos.
Saracho criticó "defectos de control" de sus predecesores y los auditores, según las actas, y destacó que el problema que podía forzar la reformulación estaba en el capital más que en las cuentas. Así lo explicó De Carlos, de Uría: "El problema es que va a estar justo en el límite en cuanto a si se cumple o no y es relevante a efectos de si hay que reformular o no las cuentas, ya que hay comentarios en las cuentas que podrían dejar de ser ciertos y porque podría haber un impacto en el pago de los cupones de los Cocos [bonos convertibles contingentes]".
Se decidió esperar unos días más para seguir analizando los errores contables y tomar una decisión en el último momento. La posibilidad de reformular las cuentas generaba mucha inquietud en los consejeros, visto el precedente de Bankia. Además, la noticia podría haber generado pánico en el mercado y las oficinas, adelantando algunas semanas la resolución.
La situación revela que no se conoce el estado completo del banco y ello impediría una venta o ampliación de capital"
Pasados unos días, el consejo se citó el domingo 2 de abril a las 20,00 horas. El último escollo a superar para no reformular era la CNMV. Así, como explicó Saracho "el punto de vista de CNMV a la vista de lo que se les ha expuesto esta mañana es que esa información justificaría reformular las cuentas".
Cambiaron esta posición entre PwC y el presidente de la Comisión de Auditoría, Carlos González, en reuniones con el supervisor que se hicieron vía 'conference call'. "Inicialmente la CNMV ha transmitido su impresión de que las cifras que se le han transmitido serían materiales", explicó González al consejo. El supervisor preguntó a PwC si, de haber sabido los impactos contables, hubiera puesto salvedades a las cuentas de Popular de 2016. A lo que la auditora respondió afirmativamente.
PwC defendió en la reunión que los ajustes detectados por Saracho no superaban "los umbrales de materialidad" para reformular las cuentas.
"Los representantes de la CNMV indicaron que deseaban consultar la materia con el Presidente de la Institución [fue con la vicepresidenta, Ana María Martínez-Pina, especialista en la materia tras su paso por el Icac]. Se interrumpió la conversación y se reanudó más tarde, expresando la CNMV la posición final de que consideraba adecuado que no se reformulasen las cuentas del ejercicio 2016 y que se emitiese un hecho relevante", exponen las actas, según explicaciones del presidente de la Comisión de Auditoría.
La CNMV abrió una investigación por los ajustes detectados en las cuentas de 2016 del Popular
Con ello, Popular esquivó una piedra en el camino, aunque terminó cayendo por la liquidez poco más de un mes después. Los ajustes detectados pueden ser objeto de expediente administrativo, como explicó el presidente del supervisor, Sebastián Albella, en el Congreso.
Los consejeros del Popular ya estaban avisados: "La CNMV ha advertido adicionalmente de posibles actuaciones sobre la falta de provisiones en acreditados incluidos en el modelo individualizado y la financiación de acciones".
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