Economía

¿Por qué ha quebrado Thomas Cook, el gigante turístico más antiguo del mundo?

La desastrosa fusión con MyTravel en 2007 y la alta competencia del sector con nuevas fórmulas en Internet han dejado al grupo con una deuda de dos millones de euros 

El gigante británico de la turoperación Thomas Cook pone fin a su historia tras 178 años de vida. El grupo lideraba el sector turístico en Europa con la venta de paquetes turísticos principalmente a británicos y alemanes. Estaba presente en más de 15 países con 22.000 trabajadores, casi 600 sucursales, alrededor de 200 hoteles y un centenar de aerolíneas propias. La pregunta es, entonces, cómo una multinacional de tales dimensiones ha acabado quebrando.

La clave está en su elevada deuda, según apuntan fuentes del sector. En su primer semestre fiscal de 2019 (del 1 de octubre de 2018 al 31 de marzo de 2019), la multinacional acumulaba una deuda superior a los dos millones de euros (1.933 millones de libras esterlinas). La desastrosa fusión con MyTravel en 2007, con la que buscaba crear un gigante europeo para desafiar a los rivales emergentes de Internet, supuso un desembolso de más de 1.000 millones y acarreó grandes deudas que ha ido arrastrando y engordando a lo largo del tiempo.

Lejos de sus pretensiones, sus beneficios se han desplomado por la alta competencia en el sector de la turoperación, con nuevas fórmulas y modelos de negocio en Internet que triunfan entre los más jóvenes. Los expertos apuntan que el gigante "no ha sabido adaptarse correctamente a las necesidades de los consumidores actuales", que cada vez recurren menos a las agencias de viajes tradicionales para contratar sus salidas. 

Tanto es así que en el periodo mencionado Thomas Cook perdió 1.859 millones de euros (1.645 libras esterlinas) según figura en sus cuentas, una cifra 6,6 veces mayor que las pérdidas registradas en el mismo periodo el año anterior. El resultado bruto de explotación (Ebitda), también se encontraba en 'números rojos' con unas pérdidas de 154 millones de euros (136 millones de libras).

La compañía argumenta en sus cuentas que los ingresos se mantuvieron estables gracias al "aumento de la demanda invernal de vacaciones y vuelos a Turquía, Egipto y Túnez" principalmente entre los nórdicos, pero perdió fuerza en otros destinos clave como Canarias y Baleares en España, donde ante la notable caída de las reservas se vio obligado a presionar a los hoteleros para que bajaran sus precios.

La firma había pactado un paquete de rescate de 1.100 millones de dólares con su principal accionista, el grupo chino Fosun

Además, el centenar de aerolíneas del grupo no se ha librado de los estragos de una crisis que aqueja a todo el sector aéreo y que ha provocado la desaparición de decenas de marcas en toda Europa por la subida del precio del petróleo, la guerra de tarifas de las 'low cost' y el retraso en la entrega de los polémicos aviones Boeing. En el caso de Thomas Cook, en el primer semestre fiscal de 2019 perdió 82 millones de euros en este negocio.

En el último año han sido varias las aerolíneas pequeñas que han dejado de operar, como la alemana Small Planet, la danesa Primera Air y la chipriota Cobalt Air en 2018. Germania y la británica Flybmi también se declararon en quiebra en febrero de este año, a las que se sumó un mes más tarde la islandesa Wow Air. En este contexto, Ryanair y Norwegian planean en el cierre de bases y recorte de plantillas en los destinos menos rentables.

A estas dificultades, el propia grupo ha sumado otras como las fluctuaciones de las divisas; la desaceleración económica de los principales mercados en los que opera; la incertidumbre que ha generado el brexit, ya que muchos británicos han evitado viajar al extranjero; y la ola de calor sufrida en el verano de 2018 en Europa, que provocó que muchos de sus clientes en el Reino Unido, Alemania o Países Nórdicos se quedaran en sus países, con temperaturas muy similares a las de nuestro país.

La firma había pactado un paquete de rescate de 1.100 millones de dólares con su principal accionista, el grupo chino Fosun. Sin embargo, bancos como RBS, Barclays y Lloyds le reclamaban que reuniese otros 200 millones de libras más (227 millones de euros) para garantizar su supervivencia, algo que el grupo británico finalmente no ha conseguido y le ha llevado a entrar en suspensión de pagos este lunes. 

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