España registró en el segundo trimestre del año un 195% más declaraciones de quiebras empresariales que en el cuarto trimestre de 2019, y un 235% que en el mismo periodo de aquel año. Son datos desestacionalizados (lo que permite comparar trimestres distintos) de Eurostat, la oficina estadística de la Comisión Europea.
En el tercer trimestre de 2022 las declaraciones de quiebras ya aumentaron un 19,5% respecto a las registradas en el segundo trimestre, y entre octubre y diciembre se elevaron otro 7,4% respecto a esos niveles, siempre en términos desestacionalizados. Este año, tras dar un respiro en el primer trimestre (-2,1%), entre abril y junio se declararon en quiebra un 19,9% más empresas que entre enero y marzo, según Eurostat.
Esto ha provocado, junto a la aportación de otros países como Bélgica, Francia, Italia, Estonia, Letonia, Hungría, Países Bajos y Rumanía (que también han registrado crecimientos en el último trimestre), que las declaraciones de quiebra de empresas en la UE aumentara en el segundo trimestre un 8,4%, por sexto trimestre consecutivo, y alcanzara el nivel más alto desde el inicio de la recopilación de datos en 2015.
Comparado con el cuarto trimestre de 2019, en el conjunto de la Unión Europea se produjeron en el segundo trimestre de este año un 15% más declaraciones de quiebras empresariales.
Eurostat detalla en su informe que el número de quiebras declaradas en el segundo trimestre de este año fue superior al del cuarto trimestre de 2019 en la mayoría de los sectores de la economía. A nivel global, destacan los crecimientos en los servicios de alojamiento y restauración (82,5%) y en transporte y almacenaje (56,7%), y sólo bajaron en industria (-11,5%) y construcción (-2,7%).
En España han crecido en todos los sectores. De igual forma, destaca en aumento de quiebras en el sector hotelero y restauración (382% más que en el cuarto trimestre de 2019) y en el transporte y almacenaje (367%); pero también en la educación y sanidad (260%), el sector financiero (207%), el comercio (147%), la construcción (133%), la información y comunicación (66%), y la industria (57%).
Alerta de la Comisión Europea
Bruselas ya alertó sobre este asunto en sus últimas previsiones económicas de primavera, publicadas en mayo. El Ejecutivo comunitario advirtió del preocupante ritmo de crecimiento de las quiebras empresariales en España, que estaban empujando al alza la media del conjunto de la Unión Europea. "La reciente oleada de quiebras en la UE se debe en su mayor medida a los incrementos en España", señaló.
La Comisión apuntó entonces a la entrada en vigor de la reforma concursal, que acortó el plan de pagos e hizo los procedimientos más atractivos para los deudores, y a la retirada de ayudas por la pandemia; pero también al efecto rebote de eliminar el 30 de junio de 2022 las moratorias concursales que el Gobierno de Pedro Sánchez fue encadenando desde marzo de 2020.
En el mismo documento y en este contexto de fuerte incremento de quiebras empresariales en España desde el tercer trimestre de 2022, Bruselas también advertía del factor de riesgo que puede suponer el rápido endurecimiento de las condiciones financieras por la subida de tipos.
Las constituciones crecen un 16%
La Comisión también proporciona datos de constitución de sociedades, pero éstas sólo han crecido un 16% en España respecto al cuarto trimestre de 2019, considerado el periodo de referencia previo a la pandemia. Lo que no publica Bruselas trimestralmente son las cifras absolutas, por lo que no se conocerá el saldo final hasta que no se publiquen los datos anuales.
Esta situación casa con los datos que publica mensualmente el Ministerio de Trabajo sobre empresas inscritas en la Seguridad Social. Tal y como publicó Vozpópuli hace unos días, la última actualización de esta estadística arroja tres meses consecutivos de caídas, con 12.700 empresas menos en julio que en abril.
La mala evolución de los últimos meses ha reabierto la brecha con el nivel prepandemia. En julio de 2019 España tenía 1,33 millones de empresas inscritas en la Seguridad Social, 2.700 más que ahora. De esta forma, la situación vuelve a estar peor que en el año previo a la covid, después de que en abril se consiguiera recuperar el nivel de aquel año.
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