La DGT sigue muy activa en su política de denuncias por lo que a radares se refiere, una actividad que en 2019 incrementó de manera notable sus resultados –y sus arcas– aunque lamentablemente la mayoría de las sanciones están realizadas en autovías y autopistas, cuando el 70% de los accidentes con víctimas se producen en carreteras secundarias. Pero por volumen de tráfico y facilidad para multar, las grandes autovías y autopistas ocupan las preferencias de la DGT para recaudar.
Así, durante el año 2019, los radares de la DGT formularon 2.933.089 denuncias por exceso de velocidad, una cifra que supone un incremento del 13,3% sobre las realizadas en el mismo periodo del año anterior (2.588.125), según revela un estudio realizado por la organización de defensa de los conductores AEA, que atribuye este hecho a la activación de numerosos radares, muchos de ellos fuera de servicio a lo largo 2018.
Por comunidades autónomas, los radares más activos están localizados en Andalucía, con 680.583 denuncias formuladas y que representan el 23,2% del total; en Madrid, con 373.078 denuncias (12,7%) y en la Comunidad Valenciana, con 335.953 (11,4%). Por el contrario, los radares situados en La Rioja (39.024), Cantabria (40.147) y Navarra (48.447) son los que menos denuncias contabilizaron.
Respecto de los radares que más denuncias formularon en 2019, el estudio recoge que el radar más activo de España se encuentra ubicado en la vía de peaje AP-7, a la altura de Sagunto (Valencia), con un récord de 59.428 denuncias, lo que supone un incremento en su actividad de un 1.300% respecto del mismo periodo del año anterior. Solo 50 radares, de los cerca de mil que dispone la DGT, formularon el 41,5% del total de denuncias (1.218.577). De ellos, veinticuatro ya aparecían en el ranking de cinemómetros más activos del año anterior. Los otros veintiséis se sitúan en nuevos emplazamientos.
Incremento de más de un 5.000%
Además, AEA llama la atención sobre el hecho de que determinados radares han incrementado exponencialmente su actividad. Así, por ejemplo, el radar situado en el km. 371,2 de la A-8, en Asturias, ha pasado de formular 460 denuncias en 2018 a 26.039 en 2019. También los radares situados en el km. 245,2 de la A-4, en Jaén y en el km. 13,3 de la A-4, en Madrid, han experimentado importantes subidas de más de un 4.000% y de un 3.000%, respectivamente.
A la vista del importante número de denuncias formuladas mayoritariamente en autopistas y autovías, y no en las carreteras secundarias donde se producen el 70% de los accidentes con víctimas, el presidente de AEA, Mario Arnaldo, considera que “la DGT debería replantearse su política de radares, ya que no se está consiguiendo el objetivo de evitar los excesos de velocidad, ni los accidentes, convirtiendo los radares en meros instrumentos de recaudación”. Y es que con casi tres millones de denuncias por “exceso” de velocidad y siendo la más económica de ellas de 100 euros, la recaudación puede llegar a superar sin problemas los 300 millones de euros sólo con esta práctica.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación