La crisis sanitaria por el coronavirus prevé una oleada de litigiosidad que amenaza con colapsar los tribunales. Contratos de arrendamiento, indemnizaciones, operaciones corporativas… La covid-19 ha afectado a prácticamente todos los sectores y tanto desde el Ministerio de Justicia como desde el sector legal se ha abogado por fomentar la solución extrajudicial de conflictos a través del arbitraje y la mediación, esta última de especial actualidad a raíz del nacimiento del Centro Español de Mediación (CEM).
La institución, impulsada por la Cámara de Comercio de España, está presidida por el exministro Rafael Catalá, que en conversación con Vozpópuli explica que el centro empezó a gestarse hace unos meses y fue el pasado enero cuando recibió la llamada para tomar las riendas del centro. “El objetivo es promover que la solución de conflictos entre empresas se puede hacer en un contexto de diálogo y negociación. Es algo propio de las sociedades modernas”, explica. El centro se focaliza en mediaciones civiles y mercantiles, no llevará asuntos laborales ni familiares.
Catalá, quien apunta que cada año se presentan del orden de 6 millones de asuntos ante la Justicia, recuerda que los tribunales “han estado prácticamente cerrados durante tres meses” y prevé mucha conflictividad a raíz de la Covid-19. “Temas de consumo, de cumplimiento de contratos, arrendamientos… En este momento puede haber un repunte importante de la litigiosidad”. A este respecto, recuerda que una mediación es mucho más rápida que la jurisdicción ordinaria, donde los plazos pueden alargarse durante años.
Parón en los tribunales
La mediación, todavía muy desconocida en España, está en la agenda del Ministerio de Justicia, que recientemente desveló que quiere avanzar en su desarrollo normativo, si bien ciñe este plan a las mediaciones en el ámbito administrativo. “Me consta que están promoviendo una reforma legislativa para incentivar la mediación”, añade Catalá. “Hemos trasladado al ministro que cuente con nosotros para labores de divulgación y formación”.
Sobre la respuesta de Justicia a la crisis sanitaria, Catalá señala que, en su opinión, “ha habido un parón excesivo en la Justicia” y lamenta el bajo “nivel de digitalización” pese a los esfuerzos que se han hecho en esta línea desde hace años. “El parón del confinamiento ha hecho mella en la Justicia, como en otros servicios públicos. Se han parado demasiadas cosas” y admite que el Gobierno podría “haber intentado algunos mecanismos para que hubiese una mayor actividad”.
El exministro también señala que la gobernanza de la Justicia “es muy compleja” y echa un capote al titular de Justicia con la gestión de la crisis. “Sé los problemas que ha tenido el ministro Campo en esta situación. Hemos tenido juzgados prácticamente cerrados y eso ha provocado un bloqueo que ahora va a costar mucho poner al día”.
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