Economía

¿Por qué Rajoy invoca a la lluvia para que baje la luz? Las reservas hidráulicas, en mínimos de 5 años

La preocupación manifestada por el ministro de Energía, Álvaro Nadal, sobre las reservas hidráulicas está justificada, toda vez que estas se encuentran en su punto más bajo de los últimos cinco años. En la segunda mitad de 2016 se desplomaron un 42%.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, llamó la atención hace unos días por su convencimiento de que los elevados precios de la electricidad que se están registrando en los últimos días bajarían porque "va a llover". Detrás de la frase, pronunciada en el transcurso de una entrevista en Onda Cero, se encuentra la delicada situación de las reservas hidráulicas en España, en mínimos de los últimos cinco años, lo que hace que esta fuente de energía, una de las más baratas, haya perdido mucho peso en el 'pool', en beneficio de las más caras, como el carbón y el gas.

La inquietud del Ejecutivo por esta situación fue expresada apenas unas horas después por el ministro de Energía, Álvaro Nadal. En su comparecencia en el Congreso, precisamente para explicar las fuertes subidas del mercado eléctrico mayorista, Nadal apuntó como una de las causas la escasez de viento y lluvia de los últimos meses y matizó que aunque la primera de ellas iba por vías de solventarse, la segunda aún presentaba cifras preocupantes.

Tanto que, a día de hoy, las reservas hidráulicas en España representan poco más de un tercio de su capacidad máxima. De acuerdo con los datos de Red Eléctrica, actualmente las reservas hidráulicas se sitúan levemente por encima de los 6.800 gigavatios/hora. Desde los últimos meses de 2012 no se registraban cifras tan reducidas.

Además, la bajada de estas reservas en la segunda mitad del pasado año también ha sido la mayor de los últimos tiempos. Habitualmente, las reservas se reducen durante el segundo semestre del ejercicio, que suele ser más seco. Sin embargo, en el caso de 2016 el descenso fue mayúsculo, ni más ni menos que del 42%. Una cifra muy alejada del comportamiento habitual de esta variable en los años anteriores, que suele estar en el entorno del 25%.

Sin ir más lejos, en esta proporción disminuyeron las reservas hidráulicas en la segunda mitad de 2012 mientras que en 2013 la bajada fue del 24% y en 2015, del 27%. En 2014, el descenso se quedó en apenas un 12%.

Precios a la baja

La tendencia a la baja se ha prolongado durante un mes de enero especialmente seco en comparación con lo que suele ser habitual. De hecho, el descenso de las reservas hidráulicas desde el ecuador de 2016 se extiende a algo más del 46% si se incluye el primer mes de 2017.

Los precios mayoristas de la electricidad han experimentado un considerable descenso del 23% en apenas una semana tras alcanzar sus máximos desde finales de 2013, cuando las tensiones inflacionistas desembocaron en una crisis que llevó a modificar el sistema de fijación de precios. Además de hacerse buenos los pronósticos de Rajoy (ha llovido, aunque no lo suficiente), la moderación de las temperaturas también ha contribuido a la tregua que ya anunciaba el mercado de futuros.

Sus cotizaciones apuntan a más bajadas de precios para las próximas semanas, aunque los guarismos medios se mantendrán en el entorno de los 60 euros por megavatio/hora. El resto de circunstancias que ha contribuido a la notable subida de los precios de la electricidad continúan latentes, como la elevada demanda y la crisis nuclear en Francia, que ha incrementado de forma notable la compra de energía en España por parte del país vecino.

Un hecho fundamental para entender que España cerrará el mes de enero como exportador neto de electricidad, algo que tan sólo ha sucedido en dos de los últimos 13 meses.

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