Economía

La rebaja en el rating de EEUU impulsa el apetito por activos defensivos

A estas horas ya sabrá que la agencia de calificación crediticia Fitch rebajó la calificación soberana de los Estados Unidos, basándose en el deterioro de la situación fiscal, la erosión de la gobernanza y el aumento de los litigios sobre los límites de la deuda

Fitch rebajó la calificación soberana de EE.UU. (Hold/Conservador) a AA+ desde la máxima calificación AAA. Moody's es ahora la única agencia de las tres principales que mantiene la calificación AAA para EE.UU., ya que S&P ya la retiró en 2011, también en relación con el debate sobre el techo de la deuda. Fitch basó su rebaja en el deterioro de la situación fiscal del país, dados los elevados déficits presupuestarios y la creciente carga de la deuda pública.

Según apunta el banco privado suizo - Julius Baer - la repetición de los enfrentamientos sobre el límite de la deuda revela problemas de gobernanza y ejerce presión sobre la confianza. De hecho, los acuerdos de última hora para suspender o aumentar los límites de deuda no son constructivos, sobre todo teniendo en cuenta que la norma del límite de deuda es instrumentalizada por los políticos en las negociaciones presupuestarias, mientras que la senda del nivel de deuda es simplemente el resultado de una legislación ya pasada -y por tanto acordada-. Sin embargo, las implicaciones inmediatas para la inversión son limitadas. Los bonos del Tesoro estadounidense siguen siendo uno de los activos más líquidos y seguros, al menos en términos de riesgo de contraparte.

Sin embargo, existen otras opciones para sobrevivir un mercado volátil, y entre ellos algunos ETFs a considerar. Pero antes, vale la pena recordar el concepto de inversión por factores.

Inversión por factores

Los ETF de beta estratégica suelen seguir un índice que intenta explotar los mismos "factores" alfa bien establecidos a los que apuntan los gestores activos. Los cinco factores de renta variable son: el valor, el momentum, el tamaño, la calidad y la volatilidad mínima. Cada factor tiene sus propias características de inversión.

La calidad y la baja volatilidad son los dos factores considerados más anticíclicos, lo que significa que tienden a retrasarse en los mercados alcistas y a tener un rendimiento superior en los períodos de recesión, que es el escenario central de los expertos, aunque se trate de aterrizaje suave.

  • Aquellas estrategias de calidad se basan en la construcción de una cartera integrada por empresas que se caracterizan por sus modelos de negocio duraderos y sus ventajas competitivas sostenibles. Estas empresas tienden a tener niveles altos y estables de rentabilidad y sólidos balances, lo que significa que están bien posicionadas para capear una caída.
  • Las estrategias de mínima volatilidad intentan construir una cartera con la menor volatilidad dentro de un universo determinado. Los inversores en estrategias de baja volatilidad también están haciendo una apuesta de calidad implícita, ya que las acciones de menor volatilidad también tienden a operar con un menor apalancamiento y tienen un crecimiento de los beneficios más estable. No es de extrañar que este enfoque también favorezca a los valores defensivos.

Pues bien, veamos el comportamiento de estos factores en lo que va de este año:

Como se puede observar, este año el factor ganador ha sido la calidad o quality, que tiene sentido por lo comentado anteriormente. Mientras que los factores pro-cíclicos como momentum y valor se han quedado por detrás.

ETFs para posicionarse defensivo de cara al segundo semestre 2023

A continuación presentamos dos ETFs que sobreponderan el factor de calidad sobre el resto de factores, y otro que lo que prima es la rentabilidad.

  • Xtrackers MSCI World Quallity Factor: un patrimonio de 1.025 millones de euros, unos gastos corrientes de 0,25% y alcanza una rentabilidad en 1 año del +6,38% y del +15% en lo que va del año. Morningstar le otorga la máxima calificación de 5 estrellas tanto por su considerable ventaja de costes respecto a sus competidores (quintil de comisiones más bajo). Este ETF ha mantenido una considerable posición de sobreponderación al factor de calidad y también de rentabilidad, respecto a sus homólogos. Su cartera esta constituida por 299 posiciones (según datos a cierre de junio), donde las 10 mayores posiciones representan el 28% de los activos. Entre dichas posiciones se encuentran:
  • iShares Edge MSCI World Quality Factor UCITS ETF: con un patrimonio de 2.737 millones de dólares y unos gastos corrientes de 0,30% (mayores que el anterior), es una alternativa consistente en el tiempo. También alcanza las 5 estrellas Morningstar debido a la solidez del proceso de inversión.  La rentabilidad que alcanza en el año es del 15,27% y del 6,43% a 12 meses. A diferencia del anterior ETF, el pilar de rentabilidad es menor aunque el de momentum es mayor, de ahí la pequeña diferencia de rentabilidad. También hay una pequeña diferencia en cuanto a las 10 mayores posiciones, ya que en este ETF no aparecen entre las mayores posiciones a Johnson & Johnson y alguna que otra varía en posición, pero prácticamente es muy similar:
  • Por último el Invesco FTSE RAFI All World 3000 UCITS: el índice de referencia de este fondo no está creado de modo tradicional a aquellos ponderados por capitalización de mercado, sino que las ponderaciones se basan en métricas fundamentales del tamaño de la empresa. Sus componentes se seleccionan y ponderan mediante cuatro factores fundamentales: ventas (media de los cinco años anteriores), flujo de caja (media de los cinco años anteriores), valor contable (a la fecha de revisión) y dividendos (media de las distribuciones de dividendos totales de los últimos cinco años).

El patrimonio del ETF es de 55 millones de dólares y unos gastos corrientes mayores a los dos anteriores, 0,39%. Este ETF prima la rentabilidad de los dividendos más que la calidad. También es un ETF que sirve de refugio ante situaciones inciertas. Uno de los sectores de mayor peso en este fondo es el de servicios financieros y energía, mieentras que sectores con menor peso que sus competidores es el de tecnología y salud.

En el año alcanza una rentabilidad del 9,44% aunque la rentabilidad anualizada a 3 años es del 17,45%. Entre sus mayores posiciones y que no coinciden con los anteriores vemos a la compañía de Buffet Berkshire Hathaway, JPMorgan, Amazon, Shell, Exxon y Chevron, mientras que repite en Apple, Microsoft, Alphabet y Meta.

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