Economía

La recaudación de Hacienda empieza a desinflarse tras batir récord en 2022 por la inflación

En 2022 el Fisco ha ingresado 255.463 millones, un 14,4% más, cuando entre enero y marzo la recaudación crece un 3,7%. El déficit se situó el año pasado en el 4,8% frente al 5% comprometido

La recaudación tributaria creció un 14,4% en 2022, lo que supuso unos ingresos históricos de 255.463 millones de euro, 32.078 millones más por la inflación. Con todo, esta cifra está ligeramente por debajo del incremento del 15,1% que había avanzado el secretario de Estado de Hacienda, Jesús Gascón, el 3 de febrero, y del crecimiento registrado hasta noviembre, de 32.919 millones más, un 16,8% más. A lo que se suma un crecimiento del 3,7% entre enero y marzo en términos homogéneos, más de 10 puntos menos. Son las cifras que ha presentado la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, este jueves, junto con una ejecución presupuestaria que muestra que España cerró 2022 con un déficit del 4,8%, con ayuda financiera, dos décimas por debajo del 5% que se acordó con Bruselas.

Montero ha subrayado que la cifra de déficit ha quedado por debajo de lo pactado sin reglas fiscales. Sin embargo, en 2021, con unos ingresos menos voluminosos, la reducción fue mayor, y el déficit se situó en el 6,87%, cuando se había comprometido un 8,4%.

Por impuestos, el IRPF crece un 15,38% e ingresa 109.485 millones; el Impuesto sobre Sociedades, un 20,8%, con 32.176 millones; el IVA, un 13,9% más, a los 82.595 millones, y los Impuestos Especiales, un 2,5% más, suponiendo 20.224 millones.

La recaudación se coloca 110.000 millones por encima de los ingresos del peor año desde la crisis financiera, 2009, en el que se desplomaron a 144.023 millones, y 55.000 millones por encima del récord de recaudación de la burbuja inmobiliaria, 200.676 millones en 2007.

Hasta noviembre, los ingresos tributarios ascendían a 239.789 millones, un incremento del 16,8%, en términos homogéneos, dos décimas menos que hasta octubre. 

Entre las causas del aumento de la recaudación, la AEAT destacaba que las retenciones del trabajo crecían en el conjunto de 2022 un 12,5%, fruto del aumento del empleo y de las subidas en los salarios y pensiones medios y en el tipo efectivo, precisamente por la inflación.

Los Presupuestos Generales del Estado para 2023 prevén que los ingresos tributarios se disparen un 7,7% sobre el avance de liquidación del año 2022, hasta los 262.781 millones de euros. De confirmarse, la recaudación conjunta extra vía impuestos sumaría 18.710 millones de euros. Sin embargo, Montero ha avanzado que hasta marzo, la recaudación está creciendo un 2,7% en términos nominales, un 3,7% en homogéneos y un 6% en brutos, cerca de 10 puntos por debajo de la media de 2022, pero no ha querido evaluar este pinchazo, a la espera de que siga avanzando el año. La ministra ha atribuido el crecimiento menor del esperado del mes de diciembre, que ingresa el último pago fraccionado de Sociedades del año, a las devoluciones.

Efecto de la inflación

Montero ha atribuido este jueves un tercio del alza de la recaudación a la inflación. La AEAT publicó en octubre un informe en el que trataba de medir el impacto de la inflación en la recaudación. Concluyó que 7.000 millones de los 27.000 que se ingresaron extra entre enero y agosto se debían a este fenómeno, es decir, un cuarto. La AIReF, en cambio, estima que en 2022 la inflación supuso un 50% de la recaudación extra, y calcula que en 2023 será un 70%.

La ministra ha cuantificado en 35.000 millones el gasto en ayudas por la guerra de Ucrania, a los que añade 10.000 millones en avales, y un impacto de 22.217 millones en 2022. "La hipotética sobrerrecaudación se devuelve con creces a la sociedad en forma de más ayudas y protección ante los efectos de la guerra de Ucrania", asegura Hacienda en la presentación que ha mostrado Montero.

La AEAT cuantifica en 6.636 millones la merma en los ingresos de 2022 por las rebajas fiscales a la electricidad y al gas, 8.241 millones entre 2021 y 2022.

Entre 46,40 euros y 710,73 euros es lo que va a suponer de más el pago del IRPF de 2023 a Hacienda por su negativa a deflactar la tarifa o, si se quiere, la subida encubierta del impuesto por no adecuarlo a la inflación. El impacto es mucho mayor para las rentas bajas que para las medias y altas, según muestran los cálculos del Consejo General de Economistas Asesores Fiscales (REAF).

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