Los ingresos tributarios en mayo sufren una caída del 5,9% respecto al mismo periodo de 2022 y se confirma un pinchazo en el IVA -cuyos ingresos se reducen un 3,8%- que anticipa una ralentización de la economía en línea con las previsiones del Banco de España y a pesar del optimismo del Gobierno. En cambio, el IRPF se sostiene todavía dopado por la inflación y la no deflactación de la tarifa que también afecta a la renta disponible de los hogares. En su Informe de recaudación de mayo, la Agencia Tributaria (AEAT) explica la caída de los ingresos por el fuerte aumento de las devoluciones (23,5%) y por la rebaja de tipos a algunos alimentos básicos, que está en vigor desde enero.
Estos datos se han registrado a pesar de que en mayo se ingresan retenciones, Impuestos Especiales y primas de seguro del mes de abril, e IVA del mes de marzo y el primer trimestre de Alcohol, Cerveza y Productos Intermedios.
La AEAT recuerda que dos figuras que también se ingresaban en mayo no se recaudaron este año: el Impuesto sobre el Valor de la Producción de Energía Eléctrica y el Impuesto sobre Gases Fluorados. Hay que tener en cuenta que el primero sigue suspendido y también lo estaba hace un año. Y que el segundo, tras el cambio normativo, se ha empezado a ingresar trimestralmente (el primer trimestre se contabilizó en abril) y sólo aportó 25 millones.
A cambio, este año se cuenta con el Impuesto al Plástico, cuyos ingresos hasta mayo aumentaron un 4,2% (6,9% los ingresos brutos y 17,8% las devoluciones realizadas) y ya aporta 221 millones.
En mayo se ha mantenido un crecimiento elevado en las retenciones del trabajo y caídas en los Impuestos Especiales.
A lo que hay que añadir el impacto del alto importe de las devoluciones en el Impuesto sobre Sociedades. En este mes no hay movimientos relevantes en este impuesto.
Los cinco primeros meses
La recaudación hasta mayo aumenta un 4,2%, cerca de 14 puntos por debajo del mismo periodo de 2022. Los ingresos en el IRPF por retenciones sobre rentas del trabajo y actividades económicas crecieron un 11,9% en los cinco primeros meses.
La recaudación del Impuesto sobre Sociedades sigue siendo inferior a la del año pasado por el elevado importe de las devoluciones realizadas a comienzos de año, correspondientes a solicitudes de ejercicios anteriores (en su mayor parte de 2021), a lo que se suma una devolución extraordinaria por un recurso, a pesar del incremento del 24,5% en los pagos fraccionados en abril, en su mayor parte vinculados a los beneficios del primer trimestre.
El IVA cae un 3,8% en mayo y crece en los primeros cinco meses del año un 4,8% frente al 5,9% que registró hasta abril. De media el crecimiento es de un 2,5% en lo que va de ejercicio.
Los ingresos de los Impuestos Especiales se redujeron un 3,3% en mayo, un 2,5% en el año. Hay que recordar que en abril se había producido una mejora por la comparación del Impuesto sobre Hidrocarburos con un mes afectado por el paro del transporte de 2022, lo que en mayo tiene el efecto contrario.
En el Impuesto sobre Labores del Tabaco continuaron las caídas de los últimos meses: en mayo un 3,7%, lo que supone una pérdida acumulada del -6,3% en el año. Los impuestos sobre el alcohol disminuyeron un 6,4%, que se añade a los datos negativos precedentes, del -7,5% en el conjunto del año.
El Banco de España avisa
Montero avanzó el pinchazo el 30 de marzo, cuando presentó los datos de recaudación de 2022, con un crecimiento del 14,4% que supuso unos ingresos históricos de 255.463 millones de euros, 32.078 millones más por la inflación. Entonces anticipó un crecimiento del 3,7% entre enero y marzo en términos homogéneos, más de 10 puntos menos.
En la presentación de su Informe Anual de 2022, el pasado 10 de mayo, el Banco de España no ha avalado las dos grandes promesas económicas planteadas por el Gobierno en el Programa de Estabilidad: la reducción del déficit público al 3% del PIB ya en 2024 y la bajada de la tasa de paro al 10% en 2026.
Ángel Gavilán, director general de Economía y Estadística, ha recordado que en sus previsiones de marzo se proyectaba un déficit por encima del 4% en 2025 y "posiblemente se mantendrá en ese entorno" en sus próximas revisiones. "Estará por encima de lo que anuncia el Gobierno y hay que estudiar cuáles son las diferencias", ha comentado, avanzando que, a priori, se concentran en los ingresos, donde el Gobierno espera más dinamismo que el BdE.
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